Cobra fuerza el criterio regional
Cuando en los años noventa cundió el concepto de globalización económica, nació con él una manera nueva de aproximarse al mercado, basada no tanto en las zonas geográficas como en los sectores. La idea, entonces, era que en un mercado globalizado, con presencia internacional de numerosas compañías, tenía más sentido apostar por sectores a nivel global porque se comportarían de manera similar en todo el mundo.
Y así ha sido en cierto modo, pero no tan acusado como se esperaba. La región sigue marcando la diferencia y unos mercados se comportan mejor que otros según la altura del ciclo. 'Se ha demostrado que el movimiento de una economía puede afectar a otras, pero una Bolsa puede adelantarse en un momento determinado', explica Jaime Hoyos, director de inversiones de Credit Agricole Asset Management.
Atrás, de momento, ha quedado el lanzamiento masivo de fondos sectoriales, como sucedió con los tecnológicos entre 1999 y 2000.
Los sectoriales complementan las carteras diversificadas
El debate, en todo caso, persiste, y las gestoras se aproximan al mercado de manera diferente. 'ABN Amro Asset Management generalmente adopta un punto de vista sectorial al construir carteras', explica Yannis Galakis, estratega de esta gestora holandesa. 'Este acercamiento al mercado se basa en la creciente importancia de los sectores como motor de los mercados, frente al efecto regional. Esto se debe a la globalización y, en particular, a la liberalización del comercio, las fusiones y adquisiciones y la integración de los mercados'.
Otras gestoras, sin embargo, priman más el enfoque regional. 'Nuestro grupo mantiene un enfoque geográfico entre las grandes zonas económicas: Europa, Norteamérica, Japón y países emergentes', explican José Luis Blázquez, director general de BNP Paribas Gestión. 'Sin embargo, dentro de cada área, y especialmente en Europa, el proceso de inversión se fundamenta en un control de la exposición sectorial, de acuerdo con el índice de referencia de cada fondo, a diferencia del enfoque país por país anterior'.
Como explica Blázquez, una apuesta geográfica no excluye la sectorial, pero sí supone una manera diferente de acercarse al mercado.
Una cosa en la que sí coinciden las gestoras es en el valor de la diversificación. 'Con la burbuja tecnológica se vendieron muchos fondos sectoriales, pero por sí solos entrañan mucho riesgo. Ya no se venden como un único producto, sino como complemento para una cartera diversificada', explica Jaime Hoyos.
El rebote se distingue más entre industrias
El repunte bursátil de los últimos meses ha impulsado al alza a todo el mercado, tanto geográfica como sectorialmente. Sin embargo, se percibe menor desviación entre los distintos mercados regionales que entre las categorías de sectores.Al margen del suculento rebote de los mercados emergentes, las Bolsas estadounidense y europea se han comportado de manera bastante similar, aunque bien es verdad que la Bolsa de EE UU ha reaccionado antes al cambio de ciclo económico. A estas alturas del año, el S&P 500 gana cerca de un 20%, mientras que el Ibex acumula una revalorización de en torno al 16%, y el Dax de Fráncfort, del 25%.Sectorialmente la desviación es algo más acusada. El rebote tecnológico ha impulsado la rentabilidad media de los fondos del sector por encima del 20%, según datos de Morningstar. Los fondos farmacéuticos ganan algo menos del 8%, mientras que los financieros y los inmobiliarios rondan el 11%.