La economía estadounidense registra el mayor crecimiento en dos décadas
El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció 7,2% en el tercer trimestre tras un alza del 3,3% en el segundo trimestre, según el Departamento de Comercio. El aumento ha dejado boquiabiertos a los analistas quienes, tras haber revisado en varias ocasiones al alza sus estimaciones, pronosticaban una mejora del 6%.
La tasa anual de crecimiento, la más alta desde el primer trimestre de 1984, más que duplicó la registrada en los tres meses anteriores, del 3,3%, y refleja más que una recuperación, un ejercicio de dinamismo de la primera economía mundial.
En el tercer trimestre, los estadounidenses consumieron al mayor ritmo desde 1997, beneficiándose de menores cargas impositivas y una ola insólita de descuentos en automóviles y otros productos. Muchas compañías se sirvieron de los altos niveles de consumo para invertir en equipos y alquileres, lo que contribuyó a estimular la expansión económica.
Así, los dos motores del crecimiento funcionaron de maravilla: un 6,6% crecieron los gastos personales de consumo, desde el 3,8% del trimestre anterior, mientras la inversión de las empresas repuntaba un 11,1%, al mayor aumento desde el primer trimestre de 2000 y el segundo avance trimestral consecutivo. A ese respecto, quedó patente la fuerte recuperación en el gasto en equipos y software, que avanzó a un ritmo anual del 15,4%.
En cuanto a la construcción, la mejora del sector inmobiliario impulsó las inversiones un 20,4%, la mayor subida desde el segundo trimestre de 1996, beneficiadas por el mínimo histórico de los tipos de interés.
Por último, la debilidad del dólar redundó en un aumento de las exportaciones al 9,3%, después de tres trimestres consecutivos de caídas, mientras que las importaciones subieron un 0,1%, en comparación con el 8,8% en el trimestre anterior.
Política económica de Bush
Por otra parte, el secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, ha mostrado hoy su satisfacción y la del Gobierno ante el buen dato dado a conocer hoy sobre el crecimiento de la economía de Estados Unidos, que achacó a la política económica desarrollada por su presidente, George W. Bush.
"El plan para el crecimiento del empleo ha puesto más dinero en los bolsillos de las familias estadounidenses y ha ayudado a las empresas a realizar nuevas inversiones", añadió. La Administración Bush ha recibido en los últimos meses críticas por su política económica, acusada de incrementar su déficit con una reducción de los impuestos mal orientada.
El déficit presupuestario de Estados Unidos acumula este año un volumen récord de 374.000 millones de dólares, es decir, más del doble del año anterior, y prevé que aumente el próximo año. La Casa Blanca afirmó por su parte que es necesario aumentar el déficit si lo que se desea es reactivar la maquinaria económica.
Previsiones
Si no se vuelven a equivocar, los economistas calculan que el crecimiento se enfriará, aunque EEUU cerraría 2004 con un sólido avance de 4% en el último trimestre. Sin embargo, algunos temen el impacto del desvanecimiento del efecto del recorte de impuestos.
El plan tributario de 350.000 millones de dólares de la Casa Blanca, aprobado por el Congreso, redujo las cargas impositivas que padecen las familias y aquellas con hijos recibieron cheques de 13.700 millones, lo que indudablemente se ha notado el pasado trimestre.
Mejora el empleo
A las buenas cifras de crecimiento se une otro motivo de alegría, procedente de un ámbito que preocupa sobremanera en EEUU: el laboral. El Gobierno ha presentado hoy un informe que apunta hacia su estabilización, al caer en 5.000 el número de primeras solicitudes de subsidio de desmpleo la semana pasada desde una cifra revisada de 391.000 en la semana anterior.
El dato del Departamento de Trabajo está en línea con las expectativas de los analistas que esperaban 385.000 nuevas solicitudes, informa Reuters. El promedio de cuatro semanas, considerado como un indicador más fiable de las tendencias del mercado laboral, ya que elimina la volatilidad semanal, cayó a su nivel más bajo en ocho meses.