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Los excesos del ex presidente de Tyco, emitidos por televisión

Hay veces que a los guionistas de las películas de serie B de Hollywood la realidad se lo pone bien difícil. Ayer fue uno de esos días. En un tribunal de Manhattan, ante un juez, Michael Obus, y un jurado 'de 12 pares' se desarrolla el juicio contra Dennis Kozlowski, ex presidente de Tyco, y su director financiero Mark Swartz, por presunta apropiación de 600 millones de la empresa que dirigían. De Kozlowski se conocen ya muchos de los manejos privados con dinero de la compañía que lo mismo servía para comprar la ya famosa cortina de baño valorada en 6.000 dólares que para dar un préstamo que luego perdonó a una ex amante, Barbara Jacques, o para pagar 13 millones por unos cuadros que no declaró a hacienda y que a la postre estableció el cerco judicial al millonario gestor.

El cumpleaños en Cerdeña costó dos millones de dólares, de los que el ex presidente de Tyco dice haber pagado 600.000 dólares, y la empresa el resto

Ahora los abogados de la acusación no hacen más que bombardear al jurado con las extravagancias que pagaron los dineros de los accionistas para cuestiones privadas. Siendo la cortina del baño un detalle nada desdeñable, ayer fue el día estrella de la vista, que ya lleva casi un mes, en este sentido. Fue cuando los jurados tuvieron la oportunidad de ver el vídeo de la fiesta de cumpleaños que en junio de 2001 ofreció Kozlowski a su nueva esposa Karen y que costó dos millones de dólares, de los que sólo una cuarta parte presuntamente pagó el organizador. No vieron todo. El juez Obus dio la razón a la defensa y consideró irrelevante que los 12 vieran las cuatro horas de fiesta que organizó Jacques en la isla italiana de Cerdeña. La tijera del censor editó una buena parte de la fiesta para dejarla en 20 minutos, que es lo que no sólo el jurado, sino todo el que tuviera televisión en EE UU vio ayer, puesto que llegó a las cadenas. Convertido en una cinta "para todos los públicos", las imágenes que aún así pudieron verse fueron tildadas de mal gusto y sobre todo excesivas. Modelos ataviadas con minúsculas togas, modelos masculinos con igualmente minúsculos bañadores. Una representación de ballet, musas esparciendo pétalos de rosas en una piscina, un arquero encendiendo con su dardo ardiendo un póster de felicitación y el cantante Jimmy Buffett animando un baile (tras haber cobrado 250.000 dólares) al que asistieron unas 70 personas, la mitad de ellos altos empleados de Tyco con sus parejas. En la oficina del censor han quedado las imágenes de la reproducción del David de Miguel Ángel en hielo y de cuyo pene brotaba vodka, y otros excesos que el juez ha considerado inoportunos desvelar ni siquiera al jurado. Los fastos duraron una semana, en la que los invitados pudieron montar a caballo, ir en el yate de Kozlowski y desarrollar otras actividades sin pagar nada. Tampoco por el curso de cocina en Florencia posterior a la fiesta. Curiosamente, la excusa del desplazamiento a Cerdeña para celebrar este magnifico cumpleaños era un consejo de Tyco que precisó apenas una habitación de hotel y una conexión telefónica, porque no todos los consejeros se desplazaron a la isla italiana. La defensa dice que la fiesta era parte del entretenimiento de un viaje de negocios y ha tratado de evitar que el jurado viera la cinta. Dicen los expertos que Kozlowski y su defensa lo tienen difícil. Los guionistas de Hollywood, también.

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