El Concorde se jubila
A partir de hoy el mundo será un lugar más lento. Tras 27 años de servicio, el avión de morro afilado, símbolo de glamour, se jubila definitivamente. El último vuelo del Concorde de British Airways se realiza hoy entre Nueva York y Londres con la duración habitual de tres horas y media. La policía londinense calcula que asistirán 100.000 personas a su último aterrizaje.
Durante esta semana la aerolínea británica ha organizado una serie de eventos para despedir esta reliquia, que, sin embargo, sigue siendo el avión comercial de tecnología más avanzada del mundo. Los actos han incluido vuelos regionales desde Birmingham, Cardiff y Edimburgo a Londres.
Air France puso punto final a los vuelos de sus Concorde el pasado mes de mayo de forma mucho más discreta. Pero British Airways ha preferido jubilar a sus aviones supersónicos con todos los honores antes de que abandonen sus hangares con destino a algún museo.
Según el capitán Mikke Bannister, jefe de pilotos del Concorde de British Airways, hay ya una larga lista de espera de instituciones y museos que quieren acoger las aeronaves.
Durante una conferencia de prensa celebrada recientemente en el interior de uno de los Concorde de la compañía en el aeropuerto de Heathrow, Bannister dijo que la retirada de la aeronave supone el final de una fantástica era de la aviación, pero que la decisión era la adecuada en el contexto de crisis del sector a la que se sumaron los altísimos costes de mantenimiento de estos aviones, que se elevaron aún más tras el accidente de hace tres años en París, con 113 muertos y que supuso un parón en el servicio de 15 meses. Según el capitán, pilotar un Concorde es casi una experiencia mística. 'La aeronave se eleva tan alto que se ve la curvatura de la tierra'. Bannister piensa que tarde o temprano alguna aerolínea intentará la experiencia supersónica. 'Sería absurdo no aprovechar el potencial de esta tecnología'.
La crisis aúpa a las aerolíneas baratas
Los ataques del 11 de septiembre, el virus del SRAS y la guerra de Irak han sumido al sector aeronáutico en la peor crisis de su historia. En este clima, las que triunfan son las aerolíneas de vuelos baratos como Ryanair y Easyjet, cuyo modelo de negocio de reducción de costes al mínimo y venta de billetes por Internet está siendo imitado por grandes compañías como British Airways.Los viajeros de las clases de lujo se han reducido y muy pocos estaban dispuestos a pagar los 39 dólares por minuto, aunque fuera con caviar y champán francés, que costaba el viajar en el Concorde.