Las empresas de la Junta andaluza pierden un 73,7% menos en dos años
La Junta de Andalucía está a punto de sacudirse la tendencia a las pérdidas de las compañías participadas, al reducir sus números negativos en un 73,7% entre 2000 y 2002.
José Antonio Viera, consejero andaluz de Empleo y Desarrollo Tecnológico, se ha propuesto que el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) que él mismo preside haga honor a su nombre y se convierta en un ente público que esté presente principalmente en las áreas productivas que pretende fomentar, alejándose de los sectores no estratégicos y del antiguo papel de organismo salvador de empresas que llegó a ejercer el IFA en otros años con empresas como Santana, Cárnicas Molina y otras.
De este modo ha conseguido que las pérdidas de las compañías participadas por el IFA sumen 10,9 millones de euros en el pasado ejercicio 2002, frente a 41,5 millones de pérdidas en el año 2000. Respecto a 2001 también se han reducido las pérdidas un 6,14%.
Los pilares de esta política han sido una serie de nuevas inversiones y desinversiones que priman el sector tecnológico y la innovación, como el parque aeronáutico de Sevilla, la compañía aeronáutica Sacesa, así como los diversos agentes que integran la red de tecnoparques sectoriales que la Junta de Andalucía promueve por todo el territorio, como el del sector textil de Rabanales (Córdoba) o el de la piedra de Almería.
José Antonio Viera ha contado también con una mayor predisposición de las cajas de ahorros andaluzas a compartir los riesgos de las inversiones estratégicas, convirtiéndose en algunos casos en el músculo financiero de las apuestas de fomento de la Junta.
Sólo la participación mayoritaria de la Junta de Andalucía en Santana Motor, pese a haberse desprendido de una parte de sus activos, lastra todavía los resultados de conjunto de las empresas participadas por el Gobierno de Manuel Chaves. Si no fuera por las pérdidas de Santana, que se elevaron a 23 millones de euros en 2002, el balance de las más de 40 empresas participadas por el IFA habría arrojado beneficios de 12,9 millones.
En conjunto, las empresas participadas por el IFA han facturado 476,2 millones, cifra que supone un descenso sobre los 516 millones de 2001 y los 497 millones de facturación en 2000.
El empleo también ha bajado y ha pasado de 2.871 trabajadores en el año 2000 a 2.636 trabajadores en 2002, cifra que, pese al descenso, se eleva sobre los 2.501 de 2001.