Telefónica cuenta ya con autocartera por valor de 308 millones
Telefónica ha comenzado ya a cumplir sus compromisos con los accionistas. El presidente de la compañía, César Alierta, anunció a los analistas en la reunión anual de principios de octubre un ambicioso plan de remuneración a los inversores hasta 2006. En total, serán 11.400 millones de euros los que se destinarán de una manera u otra a retribución y de esta cifra 4.000 millones se invertirán en la recompra de acciones para su posterior amortización.
Una parte de la promesa ya es un hecho. Según datos oficiales, Telefónica contaba el pasado viernes con más de 29 millones de acciones en autocartera, valoradas en 307,7 millones de euros a precios de cierre de ayer. Así se deduce de la nueva relación de canje establecida para el pago del dividendo en especie de Antena 3 -un título de la cadena por cada 295,6 acciones de Telefónica, frente a las 297,35 inicialmente previstas-, que se ha modificado porque la operadora ha renunciado a las acciones que le tocarían por la autocartera y las ha repartido entre el resto de los socios, según la comunicación enviada a la CNMV.
La cantidad de acciones propias es todavía reducida comparada con el objetivo final, aunque es todo un avance si se tiene en cuenta que el anuncio se realizó hace menos de 10 días. La autocartera que la operadora tiene ya en sus manos representa el 0,6% del capital de Telefónica. En 2006, y tras gastarse 4.000 millones de euros en ello, la compañía debería haber recomprado el equivalente al 7,6% del capital a los precios de cotización actuales.
Sin fecha y con las puertas abiertas
El compromiso de Telefónica sobre la compra de acciones y su amortización es tan concreto en la cuantía del desembolso como genérico en su ejecución. A la operadora le basta con llegar al cierre de 2006 y haber desembolsado 4.000 millones.
La falta de concreción no es casual. Alierta no quiere dar fechas ni tener que cumplirlas, para así poder utilizar la recompra de acciones como lo que es, una forma de subir la cotización en los momentos más delicados. Con ello se cumple un doble objetivo: comprar cuando el precio es más barato e impulsar las acciones.
El presidente de Telefónica siempre ha sido proclive a esta práctica. Ya lo hizo cuando estaba al frente de Altadis y comenzó a hacerlo en cuanto llegó a la operadora. Resultado de estas compras fue la primera amortización de acciones, que la operadora ha realizado este año y con la que sacó de circulación 101 millones de títulos.
Pese a que la macrocompra de autocartera se anunció el pasado día 10, parte de las acciones propias que tiene ahora Telefónica habían sido adquiridas previamente. A finales de mayo, la compañía tenía ya 16,85 millones de títulos, a un coste medio de 10,19 euros por valor. El precio de compra de los otros 12,2 millones se desconoce.
A la carta Un sinfín de fórmulas para pagar a los inversores
Existe una gran variedad de fórmulas a escoger para remunerar a los accionistas. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes y Telefónica, en los últimos cinco años y medio, las ha probado casi todas.El dividendo es, sin duda, el mecanismo de retribución al accionista más tradicional. Después de cancelarlo durante cinco años, Telefónica volvió a pagar por esta vía a sus inversores por primera vez este año. Además, se ha comprometido a abonar 0,40 euros por acción como mínimo a sus socios en 2004, 2005 y 2006, en lo que supone la política más explícita del sector. Pero Telefónica no se ha quedado ahí y también está pagando un dividendo en especie: las acciones de Antena 3.Las ampliaciones liberadas fueron las sustitutas del dividendo mientras estuvo cancelado, pero no sin polémica. La mayoría de los analistas considera que las acciones gratis no suponen remuneración alguna, ya que es, sencillamente, repartir lo mismo entre más.La recompra de acciones es justo lo contrario. Telefónica adquiere títulos y los amortiza para que las acciones restantes valgan más. A la vez, se puede sujetar la cotización con las compras y dar recorrido al alza.