La industria pide incentivos fiscales para los medicamentos sin receta
El ahorro estimado es el 12% del gasto público en botica
Estados Unidos ha puesto en marcha un sistema de incentivos fiscales para impulsar la actividad de varios sectores y aliviar a su vez al ciudadano de pagar determinados gastos cotidianos. Entre las partidas deducibles está, por ejemplo, el transporte público o los gastos de aparcamiento, pero también los medicamentos sin receta y algunos artículos de parafarmacia.
La patronal española de las compañías fabricantes de especialidades farmacéuticas publicitarias (aquellos medicamentos que no precisan receta médica y que pueden anunciarse en medios generales) asegura que incorporará dicha iniciativa a su listado de peticiones dirigidas al Ministerio de Sanidad.
En opinión del director general de esta patronal, Rafael García Gutiérrez, incentivar fiscalmente el consumo de los medicamentos sin receta impulsaría un mercado estancado en la actualidad y, además, generaría un importante ahorro a las arcas públicas.
Ganar tiempo en consulta
Según explica García Gutiérrez, incrementar el consumo de estos medicamentos indicados para el tratamiento de síntomas menores podría suponer un ahorro directo del 12% en la factura farmacéutica del Sistema Nacional de Salud. Además, generaría un ahorro indirecto 'en cuestiones como la descongestión de las consultas en los centros de salud, donde los médicos dispondrían de más tiempo para atender a los pacientes con enfermedades graves', afirma el director general.
Por su parte, el colectivo farmacéutico ha acogido con cautela esta posibilidad. Así, antes de incentivar fiscalmente el consumo de los fármacos sin receta, abogan por aumentar la cultura sanitaria de la sociedad en temas como la automedicación responsable. 'No se puede hablar de la automedicación como algo negativo y el ciudadano debe saber que para los síntomas leves hay medicamentos con suficientes garantías', afirma Isabel Vallejo, presidenta de la Federación Española de Farmacéuticos Empresarios.
De la misma opinión es Carmen Peña, secretaria del Consejo General de Farmacéuticos, quien añade que deberían articularse campañas de comunicación para evitar que la población confunda una automedicación responsable para síntomas menores con acudir a la farmacia para que le dispensen medicamentos de prescripción médica sin receta. 'Los incentivos fiscales, si no se hacen de una forma adecuada, podrían conducir a un uso no racional del medicamento', afirma Carmen Peña.
Igualmente, Javier Angelina, presidente del Consejo de Consumidores y Usuarios, apoya la iniciativa en cuanto que representaría una ayuda social, aunque condiciona su apoyo al hecho de que vaya acompañada de una automedicación responsable y de las campañas informativas oportunas.
En cuanto al colectivo médico, el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Asensio López, recuerda que los gastos en Farmacia ya se podían deducir hace tiempo en la declaración de la renta. Sin embargo, aseguró que introducir de nuevo esta medida traería en estos momentos 'mayores riesgos que beneficios potenciales'.
La opinión de los implicados Elevar la cultura sanitaria es lo prioritario
La industria de fármacos sin receta ve con buenos ojos la deducción fiscal de estos medicamentos como una medida más para impulsar un mercado estancado. Además, serviría para fomentar la automedicación responsable para aliviar los síntomas menores.Los farmacéuticos matizan que antes de incentivar fiscalmente estos medicamentos se deberían realizar campañas de educación sanitaria para definir bien qué se entiende por automedicación responsable.Los médicos ven en esta medida más riesgos potenciales que beneficios y piden cautela ante las dificultades que entraña cualquier intento de modificar las conductas sanitarias.Los consumidores apoyan la iniciativa siempre y cuando vaya acompañada de una automedicación responsable y se apoye con campañas de información adecuadas.