Caja Madrid prevé elevar un 60% su beneficio en tres años con un nuevo Plan Estratégico
El consejo de administración de Caja Madrid estudia un nuevo plan estratégico para el periodo 2004-2006, con el que prevé elevar un 60% el beneficio antes de impuestos en tres años y superar los 1.200 millones de euros. El 'Proyecto 2006' supone una aceleración en la obtención de resultados frente al ritmo que se impuso la caja en el 'Plan 2002' y cuyo resultado final superó los objetivos.
El nuevo plan estratégico propuesto por Blesa al consejo, para que sus miembros realicen las sugerencias u objeciones que estimen oportunas, antes de su aprobación, perfila un programa de desarrollo de negocio para la caja que pivota sobre cuatro objetivos básicos.
Además del reto de conseguir mejorar el resultado bruto en tres años, la caja quiere mejorar su eficiencia -proporción de los ingresos ordinarios que consumen los costes de explotación- en hasta 4 puntos básicos por debajo del ratio con el que cierre 2003. El tercer objetivo marcado en el proyecto presentado por Blesa es incrementar en 60 puntos básicos la cuota de mercado, hasta superar el 7% en 2006, mediante un refuerzo de la política comercial del grupo.
La caja incorpora además un objetivo de calidad "en la atención de los clientes y en los procesos de trabajo". Caja Madrid medirá la calidad en todos sus servicios y la cuantificará con estándares internacionales para "afianzar" su posición de liderazgo en satisfacción del cliente, donde tiene un índice del 93% en retención y del 78% en fidelización de clientes, según la consultora Inmark.
El nuevo plan estratégico, que se dará a conocer al personal del grupo el próximo mes de noviembre, sustentará su desarrollo en planes tácticos específicos y anuales que "ajustarán los objetivos en función de la evolución del entorno macroeconómico, financiero y de los mercados", según la entidad.
Con el 'Plan 1997-2002', la caja consiguió aumentar un 116% el balance, al elevar los 32.608 millones de 1996 a 70.635 millones seis años después. Durante su vigencia, la entidad captó 1,4 millones de clientes y elevó su número a 4,5 millones, frente a la previsión inicial de conseguir aumentar la cifra en un millón.
Asimismo, aumentó un 131% el presupuesto de la Obra Social, aunque el reto era duplicarla, y cerró 2002 con 2,6 millones de clientes en canales alternativos a las oficinas tradicionales, frente a los 2 millones que se había propuesto.