Agricultura baraja el etiquetado con precios en origen y al público
El Ministerio de Agricultura reconoce sus limitaciones para atajar la fuerte subida de precios en algunos alimentos y se está planteando retomar la idea del doble etiquetado (precios en origen y precios de venta al público) en algunos productos para mejorar la transparencia en el sector.
El pleno del Observatorio de Precios de los Alimentos (órgano consultivo formado por representantes de la Administración, consumidores y patronales del sector), celebrado ayer, sirvió sólo para constatar la desorientación reinante a la hora de encontrar una razón que explique la escalada inflacionista de los productos agrarios.
El subsecretario de Agricultura, Manuel Pacheco, admitió que hay 'cierta desconexión' entre los precios pagados en origen y el precio final que llega al consumidor. Sin embargo, explicó que es 'difícil determinar dónde se produce esa desconexión', porque influyen muchos factores, entre ellos las diferentes categorías de un mismo producto y la divergencia en las formas de abastecimiento.
El Gobierno continuará realizando estudios para analizar la configuración de los precios en las distintas fases de la cadena, pero Pacheco reconoció que el margen de actuación del Ministerio en este ámbito 'es limitado'. Según explicó, la estricta normativa de la Unión Europea 'impide una intervención directa en los mercados' por parte del Gobierno.
Investigación abierta
En su opinión, aún es 'prematuro para afirmar que hay prácticas contrarias a la competencia' en los alimentos frescos, antes de conocer la investigación abierta por el Servicio de Defensa de la Competencia, adscrito al Ministerio de Economía, y los estudios encargados por el Ministerio de Agricultura sobre cómo se forman los precios agrarios.
Estos estudios tratarán de aclarar si existe algún defecto de funcionamiento en la configuración de los precios. Pacheco insistió en que Agricultura no busca culpables, sino una solución que beneficie a todos.