Los directivos de EE UU venden sus acciones
Las Bolsas, un año después de tocar el fondo de la crisis iniciada en 2000, no han conseguido desembarazarse por completo de las dudas sobre la recuperación económica. La mejora de las cifras ha llevado los índices a niveles altos en los que los inversores no se atreven a comprar en masa, pero tampoco a vender. Aunque no todos se comportan de igual manera.
Uno de los últimos datos publicados, que preocupa a los analistas, es la actividad inversora de los ejecutivos estadounidenses en el tercer trimestre. Las compras de títulos de sus propias compañías están en el nivel más bajo de los últimos nueve años, 239 millones de dólares en el periodo. Las ventas, sin embargo, se elevan a 8.700 millones dólares. La cuantía es la más alta desde el segundo trimestre de 2001, según un estudio realizado por Thomson Financial.
Así las cosas, los ejecutivos vendieron 36 dólares de acciones de sus empresas por cada uno que compraron, lo que supone la peor ratio de los últimos 10 años. Aunque los ejecutivos siempre venden más que compran, dado que tienen acciones de planes de opciones, la diferencia actual ha alarmado a los bolsistas y expertos, ya que los antecedentes muestran que 20 dólares de venta por cada uno de compra es un mal augurio para los mercados.
'Históricamente lo consideramos como un escenario muy bajista', reza el informe de Thomson Financial. Esto adelanta para muchos que el final del rally que mantienen las Bolsas desde marzo puede estar llegando a su fin.
La Securities and Exchange Comision, el regulador estadounidense, recoge en una ley la obligación por parte de los ejecutivos estadounidenses de que comuniquen cualquier variación de participaciones en las empresas siempre y cuando sean tenedores de más del 10% del capital.
La afloración de escándalos financieros ha hecho a la legislación estadounidense más sensible a estos temas. Desde el verano pasado, los ejecutivos de EE UU están obligados a publicar en Internet las operaciones de compraventa. De esta forma, los pequeños inversores pueden seguir de forma personal la evolución de la cartera de los ejecutivos de la empresa que les interese de forma gratuita, a través de la base de datos de la SEC o de las webs de las entidades.
La normativa española es menos flexible. La CNMV publica en su página web sólo las participaciones significativas. El número de compras y de ventas de los directivos sólo se puede hacer contrastando las cifras periódicamente.
Un ejemplo cercano y que muestra la sensibilidad del mercado ante operaciones de este tipo es lo que ocurrió recientemente con las acciones de Inditex. El director general, Juan Carlos Rodríguez Cebrian, se desprendió a principios de septiembre de 513.270 acciones de la compañía textil, el equivalente al 0,082% del capital social. El directivo se embolsó 11,59 millones de euros, mientras que los títulos registraron una caída del 5,79% el día en el que se hizo pública la noticia.