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Fondos

Rusia recupera el atractivo para los inversores

Rusia acaba de obtener una calificación para su deuda y esto la sitúa en posición de ser una inversión aceptable para muchos inversores institucionales, fondos de inversión entre ellos, que, de otra forma, no podrían asumir el riesgo de invertir en ese país. Sólo cinco años después de estar en plena quiebra.

La inversión en países emergentes del este de Europa, o de cualquier otro continente, siempre ha sido de alto riesgo; un riesgo que ha venido subrayado de cuando en cuando por la erupción de virulentas crisis. Sin embargo, la semana pasada se ha producido una buena noticia: Moody's, una de las agencias que evalúan la calidad crediticia de todo tipo de prestatarios, decidía adjudicar un rating a Rusia. O, dicho de otro modo, Rusia se hacía merecedora de que los inversores institucionales puedan contemplarla como objetivo.

Esta noticia se ha producido justo cinco años después de que el Gobierno ruso declarara la mora de los 40.000 millones de dólares (33.930 millones de euros) de su deuda pública interna, provocando con ello una crisis que puso al borde de la quiebra al sistema financiero internacional.

¿Qué es lo que ha ocurrido en estos cinco años? Entre otras cosas, el nivel de reservas centrales se ha multiplicado por 1.000, y ésta es una de las medidas que utilizan las agencias de calificación, pues permite evaluar: en primer lugar, si el país podrá o no, en el corto y medio plazo, hacer frente a los pagos de su deuda exterior que suele estar denominada en moneda extranjera y, segundo, a cuántos meses de importaciones equivalen esas reservas, siendo como es la capacidad de importar esencial para el desarrollo económico.

Al cambio que se ha producido en estos cinco años ha contribuido fuertemente la evolución favorable para los productores del precio de las materias primas (el precio del petróleo, por ejemplo, ha pasado de 10 a 30 dólares el barril). Pero también la reforma fiscal, que ha permitido que las cuentas del estado estén en superávit, así como la reducción del nivel de deuda, que en relación con su PIB se sitúa en 28% (recuérdese que para los países de la eurozona el límite está en el 60% y que Japón ahora lo tiene en el 120%).

Todo esto se enmarca dentro del objetivo del presidente Vladimir Putin de duplicar la renta nacional para 2010. ¿Podrá conseguirlo? Todo dependerá de su capacidad de seguir adelante con las reformas que homologan a Rusia con los países occidentales, de mantener un crecimiento económico que da síntomas de fragilidad y de la enorme vulnerabilidad del precio del petróleo.

Por lo demás, el hecho de que Rusia haya pasado en el sistema de calificación de Moody's de Ba2 a Baa3 hay que tomárselo con prudencia, ya que tampoco tienen este tipo de agencias la capacidad de prever a tiempo los acontecimientos 'desagradables'. Uno de sus más sonoros fracasos fue que mantuvieron la máxima calificación de AAA a Venezuela en 1982 hasta la misma víspera de que anunciara la suspensión de los pagos de su deuda exterior.

Nuevos tiempos: Los últimos días del 'capitalismo de amiguetes'

'Semiboyarshchina' Así se conoce popularmente en Rusia lo que en otros países adopta nombres de lo más variado y que tras la crisis del sureste asiático dio en conocerse como crony capitalism o capitalismo de amiguetes.Derrocamiento del zar La expresión significa literalmente 'el Gobierno de los siete boyardos' refiriéndose a la etapa previa al zar Pedro I que acabó con su poder en el siglo XVII.Lobby financiero En estos años pasados la expresión se adaptó convirtiéndola en semibankirshchina o Gobierno de los siete banqueros.Transparencia legislativa y económica La clave de la Rusia futura está en el éxito de las reformas que tratan de homologar su sistema económico y judicial al de Occidente.

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