El crédito hipotecario siguió disparado en agosto
El alza fue del 22,9%, dos décimas menos que en julio Las hipotecas se moderan, aunque de forma leve. En agosto, el volumen de créditos hipotecarios creció un 22,9%, hasta 434.171 millones de euros, lo que supone un ligero descenso frente al máximo histórico de julio. Pese a que el dato de agosto rompe la tendencia ascendente que marcaba desde diciembre, la tasa es el segundo mayor incremento de los últimos 13 años.
La escalada continúa, aunque de forma algo más moderada, porque el total de préstamos hipotecarios de las entidades financieras creció un 22,9%, dos décimas menos que en julio, cuando llegó al mayor aumento registrado desde 1990 (23,1%). En agosto, los españoles contrataron hipotecas por 3.533 millones, con lo que la cifra acumulada desde enero se eleva ya a 57.158 millones y sigue en ritmo ascendente, según reflejan los datos difundidos ayer por la Asociación Hipotecaria Española (AHE). Desde diciembre, la tasa de incremento en estos préstamos fue in crescendo hasta que en agosto se ha roto la tendencia con una ligera caída.
Frente a un crecimiento sorprendentemente vigoroso del crédito hipotecario, la morosidad sigue exhibiendo mínimos históricos. También según la AHE, el índice de junio bajó al 0,528%. La menor tasa de mora la registran los bancos, con un 0,397%, frente al 0,546% de las cajas. El creciente volumen de préstamos contribuye a diluir el peso de los morosos.
El fuerte crecimiento del mercado hipotecario sigue siendo una de las características más destacadas por los analistas respecto al panorama bancario español. En este sentido, los analistas de JP Morgan y Credit Suisse First Boston (CSFB) han apuntado recientemente que la bonanza del negocio en la hipotecas se va a prolongar más de lo inicialmente previsto.
En un informe hecho público a finales del mes pasado, los expertos de CSFB consideran que las expectativas de enfriamiento en el mercado hipotecario español han sido demasiado pesimistas, lo que implica que las entidades financieras seguirán aprovechándose de la buena marcha del negocio. CSFB destaca respecto al caso de España que el porcentaje que representan el conjunto de las hipotecas contratadas respecto al PIB es del 34%, nueve puntos inferior al de la media de los nueve mayores mercados europeos. Este diferencial, según señalan los expertos de la entidad suiza, otorga aún un amplio margen de crecimiento.
Por su lado, los analistas de JP Morgan destacaban en una nota sobre el negocio minorista español que aunque el crecimiento del mercado hipotecario esté abocado a una ralentización, ésta será menos acentuada de lo previsto.
JP Morgan considera que el crecimiento de los préstamos hipotecarios en el conjunto de las cinco mayores entidades bancarias españolas (Santander, BBVA, Popular, Sabadell y Bankinter) será del 15,8% en 2003, frente al 15% registrado en 2002. La ralentización tendrá lugar el año próximo, para el que los expertos del banco de inversión auguran un crecimiento del 11%. La cifra de 2004 es, sin embargo, superior a la estimada por JP Morgan con anterioridad, y que apuntaba a un aumento no superior al 8%.
El fuerte crecimiento de las hipotecas es, no obstante, un requisito fundamental para mantener las ganancias en el negocio. En este sentido, los analistas de JP Morgan destacan en su informe que, en lo que respecta a estas cinco entidades, es necesario que la ratio de crecimiento sea superior al 6% para alcanzar el umbral de rentabilidad.
Demografía y poder adquisitivo
Dos aspectos juegan a favor del negocio hipotecario en España, la demografía y la capacidad adquisitiva. Según P Morgan, un hogar medio español puede en estos momentos soportar la contratación de una hipoteca de 160.000 euros, frente a los 31.000 euros de 1990. Esta mejora se ha producido pese al aumento de los precios de la vivienda. Así, el coste medio de una casa de 100 metros cuadrados ronda hoy los 125.000 euros frente a los 51.000 euros de 1990. El otro punto a favor es la demografía. La inmigración, la demanda de turismo residencial de otros países europeos y el hecho de que el 35% de los españoles que rondan los 30 vivan aún en casa de sus padres mantendrá un fuerte crecimiento en la formación de nuevos hogares.