Los hogares reducen el consumo, el ahorro y la expectativa de gasto

El gasto de los españoles no termina de despegar: en los seis primeros meses del año el consumo unitario de las familias (tomando cada hogar individualmente) descendió un 1,59% sobre el primer semestre del año pasado, aunque tomando todo el agregado de hogares del país el gasto creció un 0,49%. Además, en los seis últimos meses se deterioró la capacidad de ahorro, la facilidad para llegar a fin de mes y las expectativas de consumo en el medio plazo. Detrás de este deterioro del consumo puede estar la presión de los altos niveles de endeudamiento de las familias en España.

Los datos de la encuesta continua de presupuestos familiares adelantados ayer por Estadística revelan especialmente un enfriamiento de las expectativas de los hogares. Aunque se aprecia un ligero alivio en la situación respecto al trimestre anterior, persiste el descenso del consumo tomando de forma individual cada hogar. No obstante, el fuerte crecimiento en el número de hogares genera un avance en el gasto agregado del 1,78% en el segundo trimestre sobre igual periodo del año 2002 y en los seis primeros meses del año, aunque en este caso el avance ya es más limitado: 0,48%. De hecho, el alivio supone un cambio de tendencia del gasto respecto a los tres primeros meses del año, ya que entonces las tasas negativas eran comunes en todos los periodos tomados.

Pero el deterioro del consumo familiar acumula ya seis trimestres consecutivos (desde el primero de 2002) con descensos continuados y con idéntico signo tanto en el consumo no alimenticio, que absorbe casi el 80% del total, como en alimentación, bebidas y tabaco.

Cada hogar gasta 5.297 euros al trimestre y sólo 1.120 en alimentos

Tomando un periodo más largo, el primer semestre del año, la caída interanual es de un 1,59%, ligeramente más moderada que en el último semestre de 2002. Pero este descenso es más pronunciado en la adquisición de productos no alimenticios y de servicios, que absorben casi el 80% de los presupuestos de las familias. En este caso, el descenso del gasto es un 1,92% inferior al del primer semestre del año pasado, si bien es cierto que supone un ligero alivio comparar con el primer trimestre, en el que el descenso de esta partida de gasto fue de un 3,23%.

Este recorte en el consumo de los hogares coincide con una reducción de la capacidad de ahorro, un incremento de las dificultades para llegar a fin de mes y un deterioro de las expectativas de gasto de las familias en el medio plazo y, especialmente, en bienes de uso duradero. Este descenso paralelo del ahorro, de las expectativas y del consumo corriente tiene bastante relación con el aumento vertiginoso del endeudamiento de las familias en los últimos años, como consecuencia de la toma de crédito para financiar la adquisición de vivienda.

Consumo y deuda

En los cinco últimos años el endeudamiento de los hogares prácticamente se ha duplicado, mientras que el gasto familiar ha crecido muy lentamente, e incluso ha registrado años completos de caída. En 1998 los pasivos de los hogares españoles llegaban a 264.355 millones de euros, según datos del Banco de España, mientras que ya en el primer trimestre de 2003 alcanzaron los 461.353 millones de euros, un 63,3% del PIB.

La presión financiera de la deuda ha empujado a la baja el gasto de las familias, pese a que los tipos nominales de interés son los más bajos de la historia e incluso en términos reales en algunos casos han sido negativos.

En el segundo trimestre de este año sólo el 35,7% de los hogares manifiestan poder destinar parte de los ingresos regulares al ahorro, mientas que el resto no puede destinar nada. En el último año el porcentaje de hogares que destinan dinero al ahorro ha descendido en 1,7 puntos, según Estadística.

En cuanto a las expectativas de consumo para el medio plazo, sólo el 45% de los hogares considera el actual (el segundo trimestre, cuando se hizo la encuesta) un momento adecuado para hacer compras importantes, con la excepción de vivienda. Este porcentaje ha perdido 4,5 puntos en el último año y de forma más pronunciada en los archipiélagos.

Cara y Cruz de las finanzas familiares

Estancadas las ventas en la Unión EuropeaLas ventas minoristas en la zona euro crecieron un 0,1% en julio en relación con el mes anterior, lo que deja una tasa interanual invariable, según informó la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat). En los Quince, las ventas en este apartado disminuyeron un 0,1%, aunque el diferencial anual es positivo en un 1,1%. Los datos publicados ayer por Eurostat muestran que España fue uno de los países en los que se produjo un mayor incremento anual en las ventas al por menor, con un 3,3%, por detrás de Finlandia (6,5%), Suecia (5%) y Reino Unido (4,4%). Por el contrario, varios países de la Unión Europea registraron un volumen de ventas negativo con respecto al año precedente, siendo los más destacados Alemania, Portugal e Italia.La mitad llega con problemas a fin de mesCada vez menos familias viven desahogadamente: sólo el 44,5% de los hogares llega con facilidad o cierta facilidad a fin de mes, frente al 47,9% que se encontraba en esta situación hace un año. Por consiguiente, crece el número de hogares que tienen dificultades para llegar a fin de mes, y supone ya el 55,5% del total. Andalucía, Baleares y Canarias son las comunidades con mayor dificultad.Navarra y Baleares, donde más se gastaEl gasto por persona fue de 1.793,5 euros en el segundo trimestre del año, de los que sólo 379,25 euros se destinaron a alimentación. El resto (1.414,2 euros) se dedicó a otros gastos. El gasto individual más alto se registró en Navarra, con 2.128,2 euros; seguida de Baleares, con 2.143,1 euros, y Madrid, con 2.106,78 euros. Por encima de la media gastan, además de las tres comunidades citadas, Cantabria, Cataluña, País Vasco y La Rioja. El gasto más modesto se registra en Castilla-La Mancha, con 1.390 euros por persona, seguida de Extremadura, con 1.509 euros per cápita. La proporción de gasto en alimentos y resto de consumo es prácticamente igual en todas las comunidades, independientemente del nivel de consumo general.