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Automóviles

Automoción para adictos tecnológicos

Vehículos que se aparcan solos, dotados de complejos sistemas de comunicación que informan sobre el tráfico y protegen contra accidentes. Los coches del futuro llegan a las carreteras

En el año 2010 habrá 60 millones de compradores potenciales de automóviles que se habrán criado con Internet, la Nintendo, MP3, los mensajes instantáneos y el correo electrónico. Los grandes fabricantes como Toyota, General Motors y BMW son muy conscientes de ello; por eso están desarrollando vehículos con todo tipo de aplicaciones futuristas para seducir a la llamada generación web. Localización por satélite GPS, comunicaciones inalámbricas Wifi, sistemas de seguridad activos con cámaras y sensores para controlar posibles riesgos y acceso a la Red mediante voz son algunas de las funciones que estas compañías han empezado a incluir en sus modelos más vanguardistas. Puede sonar a ciencia-ficción, pero muchos de estos avances están ya rodando por las carreteras.

El gigante General Motors (GM) ha desarrollado un novedoso concepto de automóvil denominado Hy-wire, en el que se ha sustituido el tradicional volante por un dispositivo de control que recuerda al de las consolas de videojuego; la aceleración y el frenado se realizan de forma electrónica apretando el lado derecho o izquierdo de los asideros y por tanto no se necesitan pedales. Tampoco tiene salpicadero y la parte frontal del coche es una gran pantalla de cristal desde la que el conductor goza de una vista panorámica de la carretera. Hy-wire además está alimentado por hidrógeno en vez de gasolina e incorpora los últimos hallazgos en células de combustible de la firma estadounidense.

GM, que invierte anualmente unos 1.000 millones de euros en investigación y desarrollo de células de combustible, calcula que sus vehículos de hidrógeno estarán en las carreteras en siete años. Hy-wire es de momento sólo un prototipo valorado en 15 millones de euros con tantas innovaciones que ha logrado ya 30 patentes. Los ingenieros de la firma han tenido en cuenta la volatilidad del gas; por ello, este automóvil de cinco puertas está equipado con sensores ultrasensibles que olfatean constantemente en búsqueda de cualquier fuga. El sistema de frenado y aceleración electrónica ha sido desarrollado por la compañía sueca SKF, que produce tecnología similar para aviones. Los que han probado el prototipo aseguran que es tan silencioso que asusta y además no contamina. Erhard Shubert, director de la división de células de combustible, estima que en 2010 GM producirá al menos 100.000 Hy-wire al año.

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Microsoft está presionando para imponer Windows Automotive como estándar de las nuevas funciones de comunicación

Nueva era

Los avances que se están cocinando auguran una nueva era en la automoción, en la que los sistemas electrónicos acabarán sustituyendo a los mecánicos e incluso los modelos de gama media estarán plagados de sensores, pantallas de ordenador y conexión Wifi. La ebullición tecnológica del sector queda puesta de manifiesto en algunas cifras. Bosch, la compañía alemana de componentes de automóviles, ha triplicado su número de ingenieros de desarrollo de sistemas de asistencia de conducción hasta 300 en dos años. Y John Heywood, director de Sloan Automotive Laboratory, en el MIT, que lleva 30 años investigando nuevos avances en el sector, dice que en la actualidad hay más acción y promesas de mejora que nunca.

Entre los avances que se esperan durante la próxima década destacan nuevos sistemas de seguridad que evolucionarán desde los actuales métodos de protección pasiva, como los airbags, hacia sofisticadas funciones activas con radares y cámaras para controlar posibles riesgos, señala el investigador. Los responsables de I+D de la japonesa Toyota añaden que en cinco años los vehículos incorporarán algoritmos para anticiparse al peligro y advertir al conductor.

En los futuros coches las llaves serán sustituidas por dispositivos con la apariencia externa de una tarjeta de crédito, que se introducirán en el salpicadero para iniciar el arranque. Algunos modelos de Cadillac, Infinity y BMW ya utilizan este método. Los ordenadores a bordo serán cada vez más comunes e incluirán sistemas de navegación basados en localización por satélite, información en DVD sobre hoteles, hospitales y restaurantes y mapas detallados. Además de conexión sin hilos a Internet y a todo tipo de dispositivos, como asistentes digitales (PDA) y teléfonos móviles, entre otros.

La consultora Gartner G2 dice que en breve se encontrarán puntos de acceso inalámbrico Wifi (los llamados hotspots) por todos los lados, en gasolineras, restaurantes, hoteles, aeropuertos y trenes. Gracias a ello, los conductores podrán acceder a la Red con calidad de banda ancha y una velocidad de hasta de 11 megabits por segundo. El control de las distintas funciones se realizará mediante comandos de voz, como los que ya utilizan algunos modelos de BMW, Jaguar y Leluxes.

Las promesas de negocio en el sector no se le han escapado a la omnipresente Microsoft. La firma de Bill Gates está presionando para imponer su Windows Automotive como el software estándar para gestionar las nuevas funciones de comunicaciones en coches.

En los vehículos de los próximos años la conducción tenderá a ser cada vez más electrónica que mecánica, muchos automóviles ya incluyen la aceleración y el frenado electrónicos, aunque todavía tendrá que llover bastante antes de que los coches puedan conducirse solos. Quedan muchas cuestiones de software y programación por resolver antes de que esto sea posible, según los expertos.

La sustitución total del conductor aún está lejos, pero algunos automóviles ya realizan de forma automática tareas difíciles como la de aparcar. El Toyota Prius, cuya salida al mercado mundial está prevista para finales de este mes, es capaz de estacionarse a sí mismo gracias a un sistema de sensores electrónicos, que detectan obstáculos como bordillos u otros vehículos, todo ello sin necesidad de tocar el volante.

El coche japonés tiene además otra particularidad, es un híbrido. Prius está dotado de un motor convencional de combustible que trabaja en colaboración con una batería eléctrica. El presidente de Toyota, Fujio Cho, explicó durante la presentación del nuevo vehículo el mes pasado que el conductor no notará mucha diferencia en el manejo, salvo por el silencio que se produce cuando el motor de gasolina se apaga para ahorrar energía en un semáforo o en un atasco.

El coche, cuyo precio será de unos 18.500 euros, tiene integrado un sistema de recepción Bluetooth y el encendido se realiza de forma remota. Toyota afirma que ha recibido desde el pasado 1 de septiembre (fecha en la que comenzó la comercialización en Japón) 17.500 pedidos del Prius. La cifra multiplica por seis las previsiones de venta de 3.000 vehículos por mes de la firma.

Otro de los campos de investigación en la que los fabricantes están poniendo gran énfasis es el de los nuevos materiales. Cadillac acaba de lanzar XLR, un deportivo de lujo de 320 caballos de potencia con una carrocería hecha casi completamente de plástico. 'La producción ha sido mucho más barata que si se hubiera recurrido al aluminio o el acero. Los materiales plásticos son más resistentes y la reparación en caso de accidente es también más económica; además permite reducir el peso del vehículo y el consumo de combustible', asegura Dave Leon, ingeniero jefe del vehículo, que ha salido a la venta a un precio de 65.500 euros.

Según Leon, el plástico hace posible fabricar paneles más curvos, por lo que el diseño puede ser más osado que si se hubieran usado materiales convencionales. Los dos tipos de plástico empleados son antiabolladura y anticorrosión y muy difíciles de romper, dice el ingeniero jefe. Sólo sufrirán daños en un accidente grave y en este caso los paneles se podrán reemplazar fácilmente en vez de repararlos.

Los avances en automoción que están a punto de salir a las carreteras parecen perfectos para los adictos tecnológicos, pero habrá que ver qué opina el resto de los mortales a la hora de manejar esa especie de cerebros electrónicos sobre ruedas en los que parece van a convertirse los coches del futuro.

Algunos usuarios ya han empezado a quejarse de los inacabables manuales con que vienen algunos de los coches computerizados, como los últimos BMW, y dicen que las aplicaciones son complicadas y que requieren de entrenamiento para que funcionen, como es el caso de los comandos de voz. También hay críticos que ponen de relieve el peligro de que haya tantas distracciones dentro del coche. ¿Podrá concentrarse el conductor en un vehículo con CD, vídeo, sistemas de navegación y conexión a Internet? La solución vendrá, como siempre, de la mano del sentido común, aunque firmas como Audi han decidido retirar algunas de estas funciones por el potencial riesgo.

Para compensar, Honda ha desarrollado una aplicación a la que ha denominado 'mitigación de choque', que avisa al conductor cuando su vehículo pisa la línea blanca y tiene un sistema de radar que supervisa el tráfico. En una potencial colisión frontal pone las luces intermitentes, inicia el frenado e incluso ejecuta una parada de emergencia. Los coches de los próximos años serán también verdaderos colectores de información que podrá ser compartida con distribuidores, productores y con otros vehículos. Los fabricantes podrán ofrecer servicios de diagnóstico remoto para ayudar a reparar una avería cuando el conductor se quede tirado en la carretera.

Aquada Sports, un coche anfibio digno de James Bond

La compañía británica Gibbs Technologies ha intentado emular las películas de James Bond con un automóvil capaz de pasar de la tierra al agua en menos de 12 segundos.Con sólo pulsar un botón, las ruedas desaparecen y el vehículo se convierte en una lancha rápida que circula a 30 nudos (unos 47 kilómetros por hora) sobre el agua. En tierra el Aquada puede alcanzar 150 kilómetros por hora.La firma llevó a cabo una demostración el pasado mes en los muelles del Támesis en Londres, en el mismo lugar donde se rodó una escena de persecución de la película de James Bond El mundo no es suficiente.Los responsables de Gibbs Technologies aseguraron que hasta ahora los vehículos anfibios que habían precedido al Aquada sólo habían logrado una velocidad en el agua de seis millas por hora. Otros intentos fallaron por las dificultades de hacer volver el vehículo a tierra.El coche necesita una rampa o una pendiente para entrar en el agua, pero también puede ser conducido directamente al mar desde la orilla. También puede ser utilizado en lagos y pantanos.El precio del coche es de 150.000 libras, unos 214.000 euros, y los propietarios deberán asegurarlo tanto para tierra como para uso marino.El lanzamiento del Aquada ha sido fruto del trabajo de 70 ingenieros durante siete años. Su comercialización se iniciará a finales de este año.El convertible no tiene puertas, con el fin de evitar la entrada de agua. El conductor y los pasajeros tienen que saltar por un lateral para entrar en el anfibio, igual que harían en un barco.'Con este vehículo el usuario puede tener un buen coche en la carretera y una estupenda embarcación para ir a Saint Tropez', bromeó el presidente y consejero delegado de la firma, Alan Gibbs.Según el directivo, los requisitos de diseño del Aquada 'fueron una auténtica pesadilla, pero al final se salvaron las dificultades y ha quedado demostrada la calidad de la ingeniería británica'.Gibbs, un emprendedor neozelandés, construyó su primer vehículo anfibio en 1995 sin mucho éxito y en 1999 desplazó su compañía a Reino Unido.Aquada ha conseguido 60 nuevas patentes y ha superado exigentes pruebas de seguridad tanto en agua como en carretera, señala.Después del Aquada sólo falta que alguien invente un vehículo que, además de por agua y tierra, pueda emprender el vuelo. Entonces sí que la capacidad de invención del doctor Quartermaster (Q) de las películas de Bond habrá quedado del todo desfasada.

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