Cómo aprovechar la guerra por Cepsa
Los analistas bursátiles coinciden en recomendar al accionista minoritario de Cepsa que debe acudir a la opa, pero también esperar hasta el final del periodo por si se diera otra oferta. Total intenta parar la operación por la vía judicial
La pugna entre los dos grandes socios de Cepsa, el Santander Central Hispano (SCH) y la francesa Total, por el control de la petrolera puede ser muy beneficiosa para sus accionistas minoritarios. æpermil;sta es una idea compartida por los expertos bursátiles que analizan la oferta pública de adquisición lanzada por el SCH el pasado 26 de septiembre por el 16% de la petrolera española a 28 euros por acción. 'El precio ofrecido es atractivo en relación a su valor en Bolsa antes de la oferta, pese a la subida de la cotización en los últimos meses', señala Javier Ruiz, de Ahorro Corporación. 'Al minoritario lo que menos le debe interesar es quién va a controlar la compañía, su prioridad es beneficiarse de la pelea. Por ello recomendamos acudir', añade.
En la misma línea se manifiesta Natalia Aguirre, de Renta 4, quien resalta que la prima del 17,46% ofrecida por el SCH 'es muy atractiva'. Su firma también recomienda acudir, aunque indica que es mejor esperar hasta el final del periodo de suscripción por si el grupo francés opta por el lanzamiento de una oferta competidora. Por su parte, Jordi Falgueras, de Gaesco Bolsa, opina que los pequeños accionistas deben aceptar la propuesta del banco o, incluso, vender ahora en el mercado aprovechando la subida en Bolsa tras el movimiento del pasado viernes. Desde entonces ha ganado un 17%.
Esperar para acudir al final de la opa, que todavía debe ser aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es una sugerencia compartida por Alicia Jiménez, de Self Trade, del grupo Société Générale. Si el grupo galo se decide por la contraofensiva en el mercado de valores en cumplimiento de la normativa vigente tendrá que mejorar las condiciones del banco. Y Santiago Molina, de Ibersecurities, destaca que además de que el precio ofrecido es bueno, Cepsa va a entrar en una etapa complicada como consecuencia de la pelea de los dos grandes accionistas.
Por su parte, Sonia Ruiz, de Caja Madrid Bolsa, es muy precisa y afirma que su recomendación es mantener las acciones hasta el 25 de octubre, fecha en la que se pagará el dividendo, para luego acudir a la opa, siempre con la posibilidad de revocar el mandato en caso de una contraoferta de Total, que ella no espera.
Otro motivo por el que se recomienda vender es el previsible recorte de la liquidez de las acciones de la petrolera a mínimos nada atractivos. Ahora el free float ya es reducido, inferior al 20%, pero si triunfa la operación del SCH puede bajar hasta el 4% del capital, con lo que quedaría lastrado el recorrido de la acción. Y es que la entidad bancaria que preside Emilio Botín pasaría a tener el 36% del capital, si consigue su objetivo, aspecto tampoco fácil. Total mantendría su 45% (si no lanza una contraopa), porcentajes a los que posiblemente habría que sumar las participaciones de IPIC (Abu Dabi) y de Unión Fenosa, de un 9% y un 4,99%, respectivamente, aunque todavía no se sabe qué decisión tomarán estos accionistas.
Pero los analistas tienen más argumentos. Además de considerar que los 28 euros es un buen precio, los expertos alertan sobre las incertidumbres futuras de la petrolera, que pueden ser negativas para los minoritarios si se quedan atrapados en la pelea. Más si se tiene en cuenta que la disputa entre el SCH y Total se va a trasladar a los tribunales. La compañía francesa ultima la contratación de un bufete de abogados de muy primera línea que defienda sus intereses, así como su interpretación de la nueva normativa que ha destapado las divergencias entre la multinacional y el banco.
El grupo que preside Thierry Desmarest ha acusado al SCH de haber expoliado sus derechos mediante una interpretación unilateral de la ley de transparencia, al tiempo que considera que no ha respetado los pactos suscritos por ambos socios. En este contexto, Total podría intentar bloquear la disolución de la sociedad Somaen Dos (en la que están depositadas acciones de Cepsa, propiedad del SCH, Fenosa y del grupo francés), pero medios consultados dudan que ese movimiento vaya a impedir la aprobación de la opa por la CNMV. En cualquier caso, se considera que el proceso judicial acabaría con la salida de uno de los dos socios enfrentados del capital de la empresa que preside Carlos Pérez de Bricio.
En este complejo panorama, los expertos no sólo hacen cábalas sobre los diversos posibles escenarios futuros, sino que también interpretan los motivos que han llevado a Botín a hacer lo contrario de lo esperado por el mercado desde hace años. Y casi todos consideran que el objetivo último del banco es vender, pero con un precio muy por encima de la cotización de la petrolera antes de la opa, pese a la revalorización que acumula a lo largo del año.
Fuentes consultadas añaden que el SCH y Total mantuvieron conversaciones en los últimos meses cara a un reordenamiento accionarial que no desembocó en acuerdo alguno; y por un aspecto muy concreto: el precio solicitado por el banco a la multinacional, que ésta consideraba muy elevado y que además habría tenido que hace extensivo a todos los accionistas, según la normativa vigente. Este desacuerdo produjo un distanciamiento entres las cúpulas que se ha saldado con una opa por sorpresa para Desmarest. El presidente de Total había delegado en algunos de sus directivos esta operación, pero el resultado al parecer le ha defraudado, ya que no ha sido nada afortunado para los intereses del grupo galo.
Cepsa no es para Total una compañía vital que le haga modificar significativamente su posición en el ranking mundial ni en el estratégico negocio de las reservas de petróleo y gas. Pero es importante. Le ha dado una presencia significativa en el mercado ibérico de productos petrolíferos y esperaba tomar posiciones en el del gas. Los proyectos están ahí, y uno tiene dimensiones paneuropeas: la construcción de un nuevo gasoducto entre Europa y Argelia, sin pasar por Marruecos.
¿Qué va a hacer Total en caso de no pelear por Cepsa a través de una oferta competidora y de que su batalla legal no impida poner en marcha la opa de Botín? Este interrogante es uno de los más apasionantes del actual panorama energético de Europa. ¿Se convertirá la compañía en una entidad ingobernable, aunque sea por un periodo, con su capital repartido entre dos socios enfrentados? Nadie tiene ahora respuestas razonadas de cómo se solucionarán estos interrogantes, aunque medios consultados señalan que Desmarest quiere empujar a Botín a sentarse a negociar. Por otro lado, en el mundo del petróleo se cree que otra gran empresa del sector como Shell puede animarse a comprar el paquete de SCH y complicar así la vida de Total en España.
Respecto a los otros accionistas institucionales, Fenosa, que acumula plusvalías por más de 250 millones de euros, reiteró unos días antes de la opa su deseo de salir de Cepsa, intención que mantiene. No obstante, su capacidad de maniobra está condicionada a la directriz que marque el banco, que es su primer accionista. En caso que no venda, al porcentaje que el SCH alcance se le sumaría el 4,9% de la eléctrica. Pero lo tiene más difícil en el caso de IPIC, que tiene un 10%, aunque al parecer tiene un determinado pacto con el banco. Esta sociedad, perteneciente al Estado de Abu Dabi, un país con una gran capacidad de explotación de hidrocarburos, ha entrado en varias petroleras europeas con el objetivo de tener un puesto en el consejo y controlar así los movimientos, por lo que no querría entrar en batallas frontales contra un líder como Total, del que además también tiene una participación. En el mejor de los escenarios, según los analistas nada previsible, el SCH sumaría más del 50%, contando con el 36% que alcanzaría tras la opa, el 4,9% de Fenosa y el casi el 10% de IPIC.
El banco señala en el documento remitido a la CNMV que desea implicarse más en la gestión activa de la petrolera para maximizar el valor para todos los accionistas. La entidad señala además que quiere que su movimiento sea fuente de estabilidad para Cepsa. También señala que no apoyará plan alguno de segregación o venta de activos. Lo que no se ha decidido es si se promoverán cambios en el consejo de administración, aunque no tendrá más de la mitad de sus miembros. Tampoco defenderá la introducción de blindajes o cambios significativos en los actuales estatutos ni la exclusión de la compañía de Bolsa.
Cepsa, que ha ganado en los ocho primeros meses de este año 450 millones, cifra similar a los beneficios del ejercicio pasado en el que se alcanzó un récord, es una compañía muy diferente a la de años pasados. Su apuesta por la exploración y producción de crudo en Argelia la ha convertido en una empresa que ahora es objeto de una pugna internacional.
Un fastuoso semestre que la OPEP intenta prolongar
La alta cotización del crudo, debido básicamente a la guerra de Irak pero también a las crisis de Venezuela y Nigeria, disparó los beneficios de las petroleras en los seis primeros meses del año. El precio medio del barril se situó en los 28 dólares, 10 por encima de la media del año anterior. En este marco, la estadounidense Exxon Mobil, líder mundial del sector, ganó un 58% más en el segundo trimestre, hasta 4.170 millones de dólares, mientras que la británica BP aumentó sus resultados un 42% a 2.702 millones de euros.Pero el fin del conflicto bélico no ha supuesto de momento un significativo cambio de tendencia. Por una parte, Irak produce muy por debajo de su nivel anterior, pese a que el Gobierno de Sadam Husein sólo podía vender al exterior con el programa de la ONU de Alimentos por Petróleo.Además, la última reunión de la OPEP celebrada en septiembre se acordó recortar la producción diaria de crudo en 900.000 barriles, con lo que el precio del barril de brent recuperó los 27 dólares. Y para bien de las petroleras, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que no inundará el mercado con el crudo de su país si los precios 'no son justos'.Un informe de JP Morgan ahonda en estas perspectivas y señala que, a su juicio, el balance riesgo-beneficio ha mejorado considerablemente en los últimos meses. Y añade que ahora es una buena oportunidad para tomar de nuevo posiciones. Un factor para que se cumpla esa previsión, según el banco de negocios, es que la OPEP parece que cuenta en la actualidad con capacidad para controlar el mercado, aunque la situación puede ser diferente en 2004. Según sus previsiones, el precio del barril de brent bajaría a 24,6 dólares.Esa posición es compartida por los técnicos de BP, que elaboran un informe anual sobre la evolución del petróleo, que es considerado casi como una biblia para el sector. Y se destaca el aumento de poder de los países no pertenecientes a la OPEP, así como la desaceleración del consumo de productos petrolíferos, y más si se excluye China.
Diversos escenarios para la opa inesperada
La opa del SCH está ahora en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que tiene en teoría 15 días hábiles para aprobar la oferta desde que la entidad que realiza la operación presenta la solicitud. Pero el plazo se puede parar en caso que el organismo regulador de los mercados bursátiles opte por solicitar documentación adicional. El SCH presentó su folleto el pasado martes, 30 de septiembre. La mayor incertidumbre a la que la autorización se enfrenta es el conflicto legal que prepara Total, aunque los analistas consideran que no es previsible que éste afecte al proceso que está en manos de la CNMV.La opa vigente. Después de la citada autorización y publicación del folleto comienza el periodo de suscripción de la oferta, que los minoritarios suelen ejercer a través de su banco y que está en torno al mes de duración.Periodo de opa competidora. Con el proceso anterior también se abre la posibilidad de que Total lance una oferta para competir con la de SCH, que siempre debe hacerse mejorando el precio o el alcance de la anterior. Los analistas son más escépticos, pese a que el día posterior a la inesperada ofensiva del SCH consideraban ese movimiento casi inevitable. No obstante, tampoco ven lógico que la compañía se deje arrebatar el poder. Si responde, Total tendría en todo caso que pujar por el 100%.Mejora de la primera oferta. El banco, en caso que Total decida contraponer, tiene también posibilidad de mejorar su propuesta inicial, ya que la legislación da ventajas al primero que mueve ficha. No obstante, todos los analistas consideran muy improbable esta reacción porque el coste para el banco se dispararía y contaría con escasas posibilidades de recuperar la inversión a medio plazo.El prorrateo. Los analistas esperan que, si los socios institucionales (Hípica y Fenosa) van a la opa, el SCH deberá comprar por prorrateo, ya que acudirá a la oferta un porcentaje superior al 16% solicitado. De lo contrario, podría no alcanzar esa cuota.