_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El AVE y la gran decepción

Mercè Sala analiza los problemas y retrasos en la construcción de la línea de ferrocarril de alta velocidad Madrid-Lleida-Barcelona. La autora subraya que aún no se sabe cuándo llegará el AVE a la frontera francesa

Hace ya unos cuatro años que decidí crear una página web personal para recopilar y dar a conocer mis publicaciones, artículos en la prensa, diapositivas de mis presentaciones en conferencias y cursos universitarios y mis opiniones en general. Asimismo pensé que podía complementarlas con la elaboración de dossieres sobre temas que me interesan especialmente. En aquellos momentos pensé que uno de estos temas podía ser el desarrollo de las obras del AVE entre Barcelona, Madrid y la frontera francesa.

Elegí ese aspecto como problema a vigilar porque entonces creía que la fecha prevista de 2004 para su llegada a Barcelona podía cumplirse, en la medida en que había un compromiso con la organización del Fórum de Barcelona semejante al compromiso que habíamos adquirido en su día con la Expo de Sevilla. El primer título de mi dossier fue ¿Cuándo llegará el AVE a la frontera francesa? ya que pensaba que esa conexión, tan ansiada en Cataluña por su simbolismo, realmente no sería en 2004.

Este titular lo mantuve durante bastante tiempo y en él fui acogiendo noticias relacionadas con los problemas que iban surgiendo frecuentemente, como la travesía de Girona de la nueva línea, los trabajos para la realización del proyecto del túnel entre Francia y España, la necesidad de someter al análisis del impacto medioambiental el proyecto de trazado entre Barcelona y Francia, elaborado por la Generalitat ya hace casi 10 años, la polémica sobre el sistema de adjudicación de la construcción de los nuevos trenes, las negociaciones entre los responsables del Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Fomento con respecto a la estación de Sagrera y alguna otra pequeña incidencia.

No se ha sabido aprovechar la experiencia del perfecto funcionamiento durante 10 años de la primera línea del AVE entre Sevilla y Madrid

Pero hace unos dos años las noticias relacionadas con la evolución de este proyecto aumentaron notablemente con motivo de la polémica sobre la conexión de la línea con el aeropuerto de Barcelona. La cantidad de opiniones, negociaciones y desencuentros que se produjeron entre la Administración del Estado, la local y la autonómica en aquel momento me indujo a cambiar el título del link del dossier por el de El culebrón del AVE, pues ya se intuía que tendría un desarrollo semejante a este tipo de espacios televisivos que, entre otras cosas, se caracterizan por su larga permanencia.

Lo que no imaginaba entonces es que la realización de las obras entre Madrid y Lleida también iba a ser objeto de múltiples problemas. Durante los días de los malogrados viajes inaugurales no pude sentir más que una profunda decepción al ver que el segundo intento de desarrollar el tren del futuro y participar en el proyecto de la alta velocidad fracasaba inexplicablemente y no se sabía aprovechar la experiencia acumulada en la puesta en práctica y perfecto funcionamiento durante 10 años de la primera línea entre Sevilla y Madrid. Entonces decidí que esto ya no era un culebrón sino una Odisea que, como bien puede recordarse, es un relato de Homero en que narra los trabajos y sufrimientos a que, por voluntad de los dioses, fue metido Ulises, rey de Itaca, cuando vencida y arrasada la ciudad de Troya por las huestes griegas, se embarca en sus naves de regreso a la patria, después de 10 años de infructuoso sitio. Estaba claro que se perfilaba un largo viaje como aquél.

Los acontecimientos posteriores me han demostrado que esta elección ha sido premonitoria aunque personalmente mi ánimo estaba muy lejos de ello. Los años que he dedicado al tema me han generado un cariño por todo lo que este modo de transporte significa y una convicción de complicidad con el trabajo de todas las personas que se dedican a ello, independientemente del posicionamiento político o partidista.

No sé si será por voluntad de los dioses pero nuestro tren Ulises ha proseguido su largo y azaroso viaje este verano plagado de contratiempos, entre los que destaca el levantamiento de las vías para solucionar los problemas geológicos de los que ya habían advertido los profesionales. Como bien tituló un diario, 'el AVE se quedó sin raíles en Aragón', mientras que los responsables lo calificaron de un contratiempo 'normal y habitual'.

Ahora parece que llega la ansiada puesta en marcha del servicio, pero no a alta velocidad sino a velocidad convencional española. Y los dioses no nos dejan descansar porque esta buena noticia se ha cruzado con el desconcierto creado en la venta anticipada de los billetes, primero por falta de información sobre los horarios y por problemas informáticos después.

¿Son los dioses los que con su maldad dominan todo el panorama? o ¿es la arrogancia de un equipo ministerial cuyo ministro se permitió afirmar, en una intervención en el Congreso de Diputados, que 'el AVE es el orgullo de España'? Y, por cierto, ¿Cuándo llegará el AVE a la frontera francesa?

Más información

Archivado En

_
_