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Directivos

Los partidos negocian al límite reelegir a Blesa por unanimidad

Todos los grupos políticos implicados en la renovación del consejo de Caja Madrid están a favor de mantener la 'estabilidad' en la entidad. Si las negociaciones emprendidas entre las distintas fuerzas políticas, encaminadas a evitar la inestabilidad en el consejo, llegan a buen puerto Blesa saldría elegido nuevamente presidente por unanimidad.

Los grupos políticos que conforman el consejo de administración de Caja Madrid negocian al límite un acuerdo que permita volver a mantener la estabilidad en el máximo órgano de gobierno en la entidad madrileña, que ha imperado desde 1996.

Además, se intenta que una vez resueltos los votos para la elección de los 12 consejeros que deben salir de la asamblea de la caja el próximo día 29 (se han presentado 10 listas), el nuevo consejo ya formado vuelva a reelegir a Miguel Blesa, presidente de la segunda caja de ahorros española, por unanimidad. Ello supone que tanto el PSOE y UGT como la unión sindical de CC OO de Madrid tendrían que votar a favor de Blesa como presidente.

De momento, Blesa se ha reunido con algunos grupos para intentar reconducir un pacto de estabilidad que ha predominado en la entidad desde su elección en 1996. El PP, que en la actualidad cuenta con nueve representantes en el consejo, también ha iniciado contactos con los principales grupos presentes en la entidad para desbloquear la actual situación por la que atraviesa el consejo, tras la ruptura del consenso.

Fuentes de la unión de Madrid de CC OO aseguran que no han puesto en duda el pacto de estabilidad en la caja. Y añaden, que la renovación de Blesa como presidente no está en juego. Ellos apoyan al actual presidente.

UGT, por su parte, pidió ayer que la renovación de los órganos de gestión de Caja Madrid cuente con la 'máxima transparencia y consenso entre las distintas instituciones, fuerzas económicas y órganos sindicales y empresariales', según solicitó ayer el secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer.

En el PSOE también defienden 'la estabilidad', aunque no quieren hablar de pacto ni de periodos a seis años (los cargos a renovar tienen un periodo de mandato de seis años, pero en 2006 se tendrá que renovar la parte correspondiente a impositores y trabajadores). Y aseguran que 'no vamos a consentir una situación de inestabilidad en la caja. Aceptaremos lo que salga de las urnas el próximo 29 de septiembre'. Otras fuentes socialistas, añaden que será después de la asamblea de la caja, y una vez elegido el nuevo consejo (formado por 21 miembros, uno más que hasta ahora) cuando se podrá concretar un acuerdo para mantener la estabilidad en Caja Madrid.

Tras formarse el consejo, tanto la Confederal de CC OO como IU -que no apoyan las candidaturas presentadas por PSOE y UGT por ayuntamientos, ni la de entidades representativas de la unión de Madrid de CC OO-, tienen previsto dar su voto a Blesa con el fin de volver a renovar el pacto de 1996. IU, que acusa al PSOE de romper el consenso, reconoce que el PP le ha invitado a iniciar la negociación de un nuevo acuerdo.

Cálculos aritméticos sobre el consejo

El invocado acuerdo de estabilidad de Caja Madrid se pactó entre PP y CC OO en 1996 y se unió IU. El PSOE se abstuvo. En 2000 fue ratificado por todos. Ahora, la lucha política ha empañado la reedición del pacto. PP, IU y CC OO han acusado al PSOE de haber roto el pacto. El lunes la asamblea general deberá votar la renovación de 12 de los 21 puestos del consejo. Poco después se elegirá al presidente. Para renovar a Blesa sólo hacen falta 11 votos. Para quitarle, 14. Por lo que la permanencia de Blesa en la presidencia está garantizada. Según los cálculos más manejados, la relación de fuerzas tras la votación se inclinaría a favor del PP por 11 a 10 miembros con el apoyo de la asociación de cuadros y los independientes. En el PSOE, UGT y un sector de CC OO confían en invertir este peso, gracias a apoyos de última hora de IU y CC OO.

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