Los comisarios salpicados por el 'caso Eurostat' esperarán las auditorías
Los comisarios europeos salpicados por el escándalo de Eurostat velaban anoche las armas con sus respectivos grupos parlamentarios ante la inminente presentación en el Parlamento Europeo de las auditorías internas realizadas por la Comisión Europea. Los socialistas Pedro Solbes y Neil Kinnock, comisarios de Economía y Reforma Administrativa, respectivamente, y la verde Michaele Schreyer, titular de Presupuestos, siguen en el punto de mira de una investigación sobre las innumerables irregularidades contables y de procedimiento detectadas en la Oficina de Estadísticas de la Comisión Europea.
Los tres asistían ayer a la reunión semanal de la Comisión, celebrada en Estrasburgo, en la que se preparó la comparecencia de mañana del presidente, Romano Prodi, ante los presidentes de los grupos parlamentarios para detallar las primeras conclusiones sobre el escándalo Eurostat. 'Ha sido una discusión bastante larga y seria', describió el encuentro un portavoz de Prodi. 'No está la Comisión para bromas'.
Fuentes comunitarias indican que se trató 'de una evaluación política' del escándalo, 'teniendo en cuenta que varios comisarios se reunirán esta noche por ayer con sus respectivos grupos políticos'. El comisario Solbes asistía a una cena con el presidente del Grupo Socialista, Enrique Barón, aunque fuentes del Partido preferían calificar el encuentro de 'rutinario'.
Fuentes de la Comisión aseguran que el organismo comunitario no abordó durante su reunión las posibles responsabilidades políticas ni cómo se deberían asumir.