El Nikkei se desploma un 4,24%, el peor cierre desde el 11-S

Las conclusiones del G-7 han dañado con especial virulencia los mercados asiáticos. El Nikkei cayó ayer un 4,24%, que es el mayor descenso que obtiene desde los atentados de Estados Unidos, día en el que se dejaba un 6,63%.

El descenso se produce después de que el grupo de los siete países más industrializados del mundo instó este fin de semana al Banco de Japón a abandonar su política intervencionista para mantener la debilidad del yen y la competitividad de los productos japoneses. Esto provocó una fuerte apreciación del yen, por encima de las 111,37 unidades dólar, el precio más alto de los últimos 33 meses.

Las compañías exportadoras fueron las más castigadas en la sesión, ya que un yen fuerte daña sus beneficios. 'La apreciación del yen ha sido muy alto y totalmente inesperada', comentaba ayer un estratega de Morgan Stanley.

Autos y 'tecnos' bajan

La oleada de ventas se centró en los sectores de tecnología y automoción. En el primer grupo destacaron los descensos de Canon (7,7%), Sony (4,2%), Toshiba (5,3%) y NEC (5,2%). En el segundo, los mayores castigos los recogieron Honda, que retrocedió un 8%, y Nissan y Toyota, que recortaron el precio de las acciones un 4,8% y 5,1%, respectivamente.

Kyocera, fabricante de equipos y componentes electrónicos, fue la que se situó a la cola del índice, después de ceder un 11,1%.

La fortaleza del yen ha sentando bien a las petroleras ante la posibilidad de que sus costes del crudo se vean reducidos. Nippon Oil, la mayor empresa del sector del país, subió un 4,70%. Otras como Nippon Mining Holdings y Cosmo Oil subieron el 6,01% y 4,52%. El índice Topix de materias primas concluyó con un ascenso del 3,72%.

El nuevo escenario que se perfila para Japón vuelve a poner en cuarentena la confianza de los gestores. Japón había vuelto a estar en el punto de mira de los inversores, sobre todo de cara al próximo ejercicio, por una clara recuperación económica del país. Japón creció un 1% en el segundo trimestre y el Fondo Monetario Internacional aseguró recientemente que el país podría estar creciendo incluso antes de lo previsto.