Matutes congela sus derechos políticos en Trasmediterránea
El ex ministro Abel Matutes ha decidido cambiar de caballo en el sector naviero en detrimento de Trasmediterránea, de la que es desde el verano de 2002 el tercer accionista. Matutes apuesta por desarrollar Balearia, de la que controla el 44%, tras la fusión el pasado agosto de esta naviera con dos de sus empresas.
Es más, Matutes no ha llegado a ejercer nunca sus derechos políticos en Trasmediterránea, donde posee el 12% del capital. El empresario y ex político ibicenco no ha acudido al consejo de administración desde que éste fue constituido en la pasada junta general ordinaria de accionistas, celebrada el pasado 11 de abril.
A partir de ese momento, sólo se ha celebrado una reunión del máximo órgano administrativo de la naviera, y podría celebrarse otro nuevo encuentro a finales de este mes, donde tampoco se espera su presencia. El consejo está formado por 13 miembros, de los que 2 corresponden al grupo Matutes, 1 a través de la sociedad Agrupación Hotelera Dóliga y 1 en representación de Suministros Ibiza.
Tampoco forma parte el grupo empresarial del ex ministro, tercer accionista de la naviera, del comité de dirección, controlado por el grupo Acciona. Este grupo constructor está interesado desde que surgió el conflicto de intereses en que Matutes abandone la sociedad.
Y tampoco está prevista la incorporación del tercer accionista a la comisión ejecutiva del consejo, que se constituirá en breve, según fuentes cercanas a ese organismo.
Esta dejación de sus derechos políticos por parte del empresario hotelero puede anticipar su próxima salida del consejo de administración de la naviera. De hecho, el pasado mes de agosto fuentes cercanas al ex ministro anunciaron que abandonaría ese órgano a lo largo de este mes de septiembre.
Esta decisión pretendería, según las mismas fuentes, forzar de nuevo una autorización por parte de la SEPI para que pueda vender su participación en la empresa, algo que la sociedad estatal denegó el 29 de julio. Sin embargo, al conocer esas intenciones la SEPI reiteraba que el empresario no había hecho ninguna nueva petición para salir de la naviera, y que se mantenían los argumentos que la denegaron: no se dan circunstancias sobrevenidas (en el momento de la compra Matutes ya tenía intereses en actividades de transporte marítimo) ni excepcionales.
Poco después, en la primera quincena de este mes, Matutes aseguraba públicamente que no tenía ninguna prisa en vender la participación que posee en Trasmediterránea. Matutes, se declaró 'realmente muy honrado y muy a gusto' como accionista de la antigua naviera pública, y añadió que su grupo tiene intención de 'seguir trabajando con la vista puesta en el futuro'.