La bonanza económica impulsó el gasto familiar hasta un 27% más en los últimos diez años
El gasto medio de una familia española ha pasado de 15.543 euros anuales en 1990 a 19.820 euros en 2000, lo que supone un incremento del 27,5%, según el 'Informe sobre el consumo y la economía familiar' de Caixa Catalunya. El estudio señala que este aumento ha sido debido a la bonanza económica de los años noventa que, además, ha cambiado las pautas de consumo de las familias, acercándolas más a las de los países europeos más desarrollados.
Este crecimiento considerable del gasto familiar, ha venido acompañado un fuerte endeudamiento. El pasado mes de julio el Banco de España publicó un informe en el que constataba que el endeudamiento de las familias españolas ha tocado máximos históricos debido a los bajos tipos de interés, el fuerte incremento de los precios de la vivienda, y el aumento de renta disponible.
Las familias madrileñas, las que más gastan
Las familias madrileñas se sitúan a la cabeza del gasto medio, con un total de 24.449 euros al año, lo que contrasta con el gasto medio por hogar en Extremadura, que se sitúa en 14.187 euros. Por encima de la media española también se sitúan Cantabria (21.555 euros), Cataluña (21.371 euros), Navarra (21.873 euros), País Vasco (23.294 euros) y La Rioja (20.238 euros).
Por su parte, Murcia (19.587 euros), Comunidad Valenciana (18.741 euros), Aragón (19.679 euros), Baleares (19.673 euros), Cantabria (21.555 euros) y Andalucía (17.872 euros) son las comunidades autónomas donde más ha crecido el gasto total de las familias españolas entre 1990 y 2000, con incrementos superiores al 40% en todos los casos.
Entre las comunidades donde menos ha aumentado el gasto medio por familia se sitúan aquellas con mayor peso económico y un mayor consumo por hogar, como es el caso de Cataluña, con un aumento del 18,4% (21.371 euros), Madrid, con una subida del 23,1% (24.449 euros) y Navarra, donde el gasto familiar se incrementó un 12,1% en la última década (21.873 euros).
A la vista de estos datos, el estudio de Caixa Catalunya concluye que las comunidades menos desarrolladas económicamente son las que han experimentado un mayor aumento del gasto medio familiar, por lo que han reducido su diferencial de bienestar respecto a las más desarrolladas. Pese a ello, la entidad señala que todavía existen "importantes" divergencias en las pautas de gasto por regiones.