El Ibex salva la semana con ganancias pese a la caída de ayer
La segunda quincena de septiembre trae malos recuerdos a los inversores en Bolsa. Han sido los tres últimos años los más aciagos. Los motivos son amplios y la psicología juega una baza fundamental en ese periodo. Hay en la segunda quincena de septiembre una cita obligada con el otoño que conduce a la recta final del año de manera irremediable.
En los tres últimos años los inversores han conocido en septiembre episodios de máxima volatilidad propiciados por la llegada de advertencias masivas sobre los resultados futuros. Los tres últimos años han sido nefastos, porque las empresas emblemáticas anunciaban en estos días que no iban a cumplir con las previsiones de resultados.
La ceremonia se ha repetido en lo que respecta al aluvión de revisiones, pero el sesgo ha cambiado en el primer semestre del año, con cifras mejores de lo esperado. Para el tercer trimestre se esperan crecimientos medios del 12% en el beneficio neto atribuible de las empresas que cotizan en el S&P 500.
En los últimos días se han apuntado algunas referencias, no obstante, que pueden invalidar esta apuesta. La demanda es más débil de lo esperado hace unos meses. En esta línea Pip Coburn de UBS comentaba hace unos días que tan sólo una modesta subida en las ventas del 5% de las 49 empresas tecnológicas que cotizan en el S&P 500 ha llevado a las mismas a subir un 36% los beneficios. Está claro que la diferencia sale de las reducciones de costes, principalmente despidos.
Hay más datos a considerar. Si las empresas van tan bien como se dice y, lo que es más importante, como se presume y pronostica, ¿por qué los insiders venden a mansalva las acciones de las empresas en que trabajan?
Hace unos días el estratega Cárpatos señalaba que el Argus Vickers Index de operaciones de insider muestra que éstos, los ejecutivos que tienen acciones de sus propias compañías, han batido récords. 'Tras las subidas que se produjeron a principios de septiembre por el efecto manada de los gestores de fondos para salir en la foto, que todos quieren levantar el dedo para decir que han acertado, los insiders no sólo no han quedado impresionados por las alturas alcanzadas por los índices, sino que han aprovechado para volver a vender al ritmo más alto desde hace 17 años. Cuidado con esto', dice el especialista Cárpatos.
Tampoco ayuda a clarificar el panorama la ley bursátil conocida como sentimiento contrario, que no es otra cosa que el recorrido de la Bolsa en sentido contrario al que espera la mayoría. Los alcistas baten récords y están en niveles de 1987.
La voz del Banco de Inglaterra
Los bancos centrales siguen con preocupación la fuerte volatilidad en los mercados de bonos y las tensiones que se producen en los tipos largos desde un tiempo. Los inversores y analistas han tomado buena nota y siguen con especial interés el curso de los acontecimientos en materia de tipos de interés.Interesante es el dictamen del Banco de Inglaterra en la reunión del miércoles. Han dicho los responsables del banco que 'la decisión de recortar los tipos oficiales en julio fue por razones preventivas, debido a las amenazas externas e internas. Ahora han desaparecido'.Respecto al futuro, las posiciones aparecen más enconadas. Algunos miembros han anticipado la necesidad de subir los tipos en algún momento, debido a la fortaleza de la demanda doméstica y el creciente endeudamiento de las familias. De esta forma, el recorte de tipos de julio podría haber sido excesivo.Los expertos consideran, así, que se mantienen los tipos de interés, pero con un cambio de sesgo a alza. ¿Cuándo se producirá esta subida?