Política y cajas
El proceso de renovación del consejo de Caja Madrid ha vuelto a poner de manifiesto que las injerencias políticas siguen a la orden del día en el cada vez más influyente mundo de las entidades de ahorro. En esta ocasión, la batalla política ha ido acompañada de una pelea en el seno de CC OO, que amenaza con ser el pan nuestro de cada día en el sindicato hasta el congreso del próximo abril, y del primer desencuentro entre PSOE e Izquierda Unida.
Pero mucho más allá de estos enfrentamientos, una de las principales conclusiones que saltan a la vista es el rotundo fracaso de la Ley Financiera, uno de cuyos objetivos era precisamente recortar el poder político dentro de las cajas de ahorros. Evidentemente, organizaciones sociales como los partidos políticos, los sindicatos o las agrupaciones de consumidores han de tener representación en este tipo de entidades. Pero ello no significa que cada dos por tres sean utilizadas como armas arrojadizas. Las cajas representan más del 50% del sistema financiero español y necesitan equilibrio y respeto hacia la gestión de los profesionales que están a su frente.