El festival de San Sebastián comienza con una huelga en el hotel María Cristina
Un conflicto laboral ha ensombrecido el Festival de Cine de San Sebastián, que ayer inició su 51 edición con la proyección de la película cubana Suite Habana. Los trabajadores del hotel María Cristina, de la cadena Westin, están en huelga indefinida por la reclamación de una mejora de sus condiciones de trabajo, lo que complica el alojamiento de las estrellas del séptimo arte, que tradicionalmente se han alojado en este emblemático establecimiento de lujo, a orillas del río Urumea.
Grupos de empleados se concentran a diario frente a la puerta principal con pancartas y coreando sus reivindicaciones. Esta situación y el paro podrían alterar el programa de recepción de artistas, que acostumbran a fotografiarse, con las ojeras del vuelo transoceánico, frente a la puerta del hotel, antes de refugiarse en su interior y huir de sus fans, que por decenas les esperan junto al hotel.
La huelga, convocada por el sindicato ELA, que en inicio promovió el paro en todo el sector hostelero de Guipúzcoa, ha provocado una avalancha de críticas por parte de la patronal guipuzcoana Adegi. La organización ha señalado que las últimas ofertas a los empleados del María Cristina incluían mejores propuestas para los empleados eventuales y en temas de descanso semanal, además de un plus adicional de 140 euros anuales sobre el acuerdo sectorial, que recoge una subida salarial anual del 4,75% y una reducción de ocho horas anuales.
Adegi considera que el daño causado al festival de cine 'es irreversible' y que ELA ha utilizado 'irresponsablemente el altavoz' del certamen, 'sin importarle las consecuencias y perjuicios que pudieran derivarse'. Por su parte, la central nacionalista señala que Adegi y la dirección del hotel no quieren negociar. La Dirección de Trabajo del Gobierno vasco reconoce que el conflicto 'se ha enrocado'.
El festival de cine también ha comenzado con otra polémica, por las acusaciones sobre el supuesto apoyo a ETA del film de Julio Medem.