El sector de alimentación, poco representativo y de baja capitalización en el mercado español
Ni están todos los que son ni son todos los que están. El sector de alimentación, otrora emblemático, ha perdido representatividad en la Bolsa española con niveles de capitalización muy bajos. La amplia diseminación empresarial, a pesar de la entrada progresiva de las multinacionales, hace que las cuotas de mercado no estén tan concentradas, como norma general, tal y como sucede con otros sectores cotizados.
Salvo los sectores aceitero y cervecero, muy pujantes hace unos años y ahora en manos de multinacionales que se hicieron con las empresas cotizadas mediante opa, la mayor parte de las actividades relacionadas con la producción y comercialización de productos alimenticios cotizan en la Bolsa. El lácteo está representado por Ebro Puleva, compañía que abarca numerosas actividades, pero sin cuotas altas, salvo las del azúcar. La de la leche, en concreto, es determinante en este sentido. Algo similar sucede con Sos Arana, excepción hecha del mercado de arroz, en el que compite con la anterior.
Campofrío representa a un sector cárnico muy diversificado por todo el país y en manos de empresas familiares y multinacionales. Oscar Mayer competía en Bolsa con ésta, pero dejó el mercado hace unos años.
Es el sector vitivinícola el que mayores fiascos ha comportado recientemente, porque la llegada de estas compañías a la Bolsa se produjo en pleno auge de la misma, pero nada más. Estas empresas no han logrado mejorar sus niveles de liquidez ni ensalzar los volúmenes de capitalización. Su historia reciente está más llena de sombras que de luces.