El Ibex mantiene el 7.000 pese a la incertidumbre creciente en los mercados
Se nota que los inversores no las tienen todas consigo. La debilidad del negocio es uno de los ejemplos más claros. Ayer se negociaron en la Bolsa española 1.043 millones de euros, excluyendo las operaciones especiales y el mercado de bloques. Un volumen más propio del mes de agosto que de las fechas actuales.
El índice se movió en un rango de apenas 40 puntos, y entre el primer cambio del día y el cierre apenas hubo dos puntos de diferencia. Tanto en España como en Europa, las Bolsas casi ni se inmutaron ante unas referencias económicas que no fueron nada esperanzadoras. El Banco de Francia recortó ayer en una décima, hasta el 0,3%, su previsión del PIB del tercer trimestre. Mientras, en EE UU, el crecimiento de la producción industrial en el mes de agosto fue inferior a lo previsto.
Pese a la incertidumbre creciente en los mercados, con cifras económicas desalentadoras en las principales potencias europeas y datos económicos de EE UU que suponen una de cal y otra de arena, el Ibex logró ayer resistir la cota de los 7.000. Este nivel, según los analistas técnicos, se presenta clave para determinar la evolución de la Bolsa en los próximos meses.
'El mantenimiento por encima de 7.000 puntos mantendría intacta la estructura de reacción de los últimos dos meses y, por tanto, las posibilidades de alcanzar el objetivo de subida de dicha reacción, esto es, la zona 7.475-7.500 puntos. Sin embargo, la perforación de los 7.000 puntos anularía la estructura vigente y favorecería la corrección proporcional de toda la subida desde marzo -de 5.450 a 7.315-, con una proyección teórica de caída en el entorno de 6.600 puntos', explicaban ayer los analistas de Eurodeal.
La semana de los bancos centrales
Todo el protagonismo de la semana es para los bancos centrales de Estados Unidos y la zona euro. Esta vez la atención de los inversores no está fijada tanto en la posibilidad de que las autoridades monetarias modifiquen el tipo de interés como en el mensaje sobre sus perspectivas futuras.Los analistas de Credit Suisse First Boston señalaban ayer que el principal objetivo de los bancos centrales debe ser en este momento el de dar un mensaje claro a los mercados de renta fija para evitar que las rentabilidades de los bonos a largo plazo sigan subiendo. En este sentido, consideran que las posibilidades de un aumento de tipos o incluso de un sesgo de política monetaria más restrictiva es altamente improbable, tanto en el caso de EE UU como en el de Europa, donde las posibilidades de un recorte del precio del dinero en los próximos meses son muchas.Respecto a EE UU, el consenso de los analistas se inclina por un aumento de al menos 0,25 puntos porcentuales en la primera mitad del próximo ejercicio.