Deterioro del déficit comercial y del empleo en EE UU
La situación económica de EE UU sigue ofreciendo claroscuros. El Departamento de Comercio informó ayer de que el déficit comercial aumentó ligeramente en julio hasta alcanzar los 40.300 millones de dólares, frente a la cifra revisada al alza de junio de 40.000 millones.
Aunque el dato surge por el aumento de las importaciones, muy sensibles a la incipiente recuperación económica que experimenta EE UU, lo cierto es que agudiza los problemas de financiación de la primera economía mundial.
Considerando que el déficit comercial supone un 90% del déficit por cuenta corriente, es más que previsible que este último alcance un nuevo máximo histórico durante este año, según algunos analistas. Y todo ello en un contexto de debilidad de la divisa estadounidense que teóricamente debería impulsar a un mayor ritmo las ventas al exterior.
La demanda de productos industriales y bienes de consumo llevó a las importaciones a alcanzar los 126.500 millones de dólares, el nivel más alto desde septiembre de 2000. Las exportaciones crecieron hasta los 86.100 millones de dólares, el mayor ritmo desde mayo de 2001. En línea con las preocupaciones expresadas por la administración, el déficit de EE UU con China alcanzó un nivel récord de 11.300 millones.
Paro al alza
Con todo, lo más preocupante es la crítica evolución del mercado laboral. El Departamento de Trabajo informó ayer de que las peticiones iniciales de subsidios de desempleo volvieron a subir la semana pasada hasta alcanzar un ritmo mensual de 422.000 personas.
Los analistas consideran que la economía sigue destruyendo empleo siempre que las peticiones semanales de paro superan el nivel de 400.000. La tasa de paro actualmente se situó en agosto en el 6,1% de la población activa, lo que supone según los datos oficiales un total de 8,9 millones de parados.
La agencia Challenger, Gray and Christmas publicó ayer un informe que sostiene que el número real de parados aumenta hasta alcanzar al 9,1% de la población activa. Según su análisis, hay 4,8 millones de parados que no trabajan, que quieren trabajar pero que no están buscando activamente empleo por las escasas expectativas que tienen. 'Es un fiel reflejo de la debilidad del mercado laboral', afirma.