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Tecnológicas

El impulso de los valores tecnológicos aventura un cambio de ciclo económico

Goldman Sachs, Merrill Lynch, Credit Suisse First Boston y otras firmas de prestigio han emitido en las últimas dos semanas una serie de buenas recomendaciones sobre diversos sectores de la tecnología. El denominador común es la visión de que las ventas y los beneficios han iniciado una tendencia alcista que irá tomando cuerpo en los próximos meses.

Las recomendaciones de los expertos vinieron respaldadas por algunas referencias positivas que llegaron de las propias empresas, como el reconocimiento de Cisco de que las ventas de agosto fueron mejor de lo esperado o el anuncio de Advanced Micro Systems, que prevé vender más de lo esperado a finales de año, lo mismo que anunció Intel, su máximo competidor, hace tres semanas. Precisamente en este sector, una de las noticias más relevantes fue que las ventas de semiconductores a nivel global aumentaron en julio un 10,5%. 'Los semiconductores son la materia prima de la industria tecnológica y, por lo tanto, un indicador adelantado de cómo se van a comportar los mercados que dependen de ellos', escribió Felipe Mesía, analista de Self Trade, en una nota.

Las subidas en Bolsa de estos valores son, por lo tanto, consecuencia del carácter cíclico de muchas de estas compañías. Pero el fuerte repunte exige también que el crecimiento de los beneficios haga honor a la categoría de valores de alto crecimiento en la que también están encuadrados.

Pero en los inicios de ciclo las valoraciones, aun siendo importantes, pasan a un segundo plano. Así no parece inquietar mucho a los analistas que los PER de compañías como Intel o Microsoft se sitúen en torno a las 35 veces los beneficios estimados para 2003. 'Ahora mismo los inversores no se fijan en los PER de este año. Lo que verdaderamente importa es que el escenario macroeconómico garantice que el nuevo ciclo expansionista ha comenzado', señala Joan Bonet, gestor de Credit Suisse.

La misma línea argumental siguió el responsable del departamento de estudios de Gaesco, Jordi Falgueras. 'Los PER se irán ajustando hacia niveles mucho más razonables a medida que las compañías incrementen sus perspectivas de beneficios', señaló la semana pasada este experto.

Pese a todo, en Self Trade prefieren ser cautelosos. 'Todavía es pronto para tirar cohetes', señalan en referencia al entusiasmo generado en el mercado por la buena cifra de ventas de julio en el sector de los semiconductores. 'La SIA (el organismo internacional que agrupa a los fabricantes de semiconductores) está totalmente conforme con esta afirmación, ya que mantiene sus previsiones para el 2003 intactas', añaden estos expertos.

Asimismo, otros analistas no se sienten del todo cómodos con las altas valoraciones alcanzadas por algunas compañías en los últimos meses. En un informe reciente, los analistas de Merrill Lynch apuntaron, respecto a los fabricantes de software empresarial europeos, que aunque la inercia alcista del mercado puede generar repuntes en el corto plazo, lo precios actuales reflejan en estos momentos un crecimiento de márgenes operativos y de ingresos superior al del último ciclo alcista que tuvo lugar entre 1993 y 2001.

Por otro lado, una nota de Credit Suisse First Boston sobre el sector de semiconductores europeo emitida la semana pasada señalaba que tomar las cifras de ventas de julio como el inicio de una cambio de tendencia en el sector es demasiado aventurado. Al mismo tiempo, estos expertos añadieron que para justificar las valoraciones actuales es necesaria una mejora sustancial de los beneficios en los últimos dos trimestres del año.

Sin lugar para las sorpresas negativas

Los analistas reconocen que, por ahora, las subidas del mercado están construidas sobre pilares de naipes, ya que las expectativas de recuperación se han alimentado básicamente de las encuestas de confianza. Pese al notable crecimiento de EE UU en el segundo trimestre, la débil situación del empleo demuestra que las empresas todavía no han comenzado a absorber el exceso de capacidad productiva. Al mismo tiempo, las grandes economías europeas siguen muy débiles.Con este escenario, los analistas reconocen que las Bolsas no tolerarán ninguna grieta de debilidad, tanto en el plano empresarial como en el económico. 'No sentaría nada bien una advertencia de beneficios de cualquiera de las grandes compañías de la tecnología', señala Joan Bonet, gestor de Credit Suisse.Por otro lado, el riesgo geopolítico sigue latente. No obstante, son pocos los analistas que ven en él un peligro para el mercado.

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