El mal dato del paro pone fin al festival alcista
Wall Street no pudo cerrar una semana redonda lastrado en la última sesión por unas cifras de desempleo de agosto que, pese a ser menores que las de julio (el 6,1% frente al 6,2% del mes anterior), evidenciaron que la economía estadounidense sigue destruyendo empleos. Una buena excusa para vender tras las expectativas generadas durante la semana por indicadores de confianza como el ISM industrial y de servicios.
Los analistas habían recalcado en las sesiones precedentes que una buena lectura del dato de desempleo era esencial para apuntalar el optimismo que se respiraba en los parqués. No fue así y Dow y Nasdaq sufrieron ayer descensos del 0,88% y del 0,58%, respectivamente. Aunque algunos expertos tacharon el retroceso de simple tomas de beneficios, otros consideran que el mal dato de desempleo puede desencadenar más ventas durante las próximas sesiones.
Pese a la caída de ayer, los índices estadounidenses lograron cerrara la semana con avances. El indicador de la Bolsa neoyorquina subió el 0,93%, mientras que el Nasdaq se apuntó un alza del 2,63% en el periodo.
Este último mercado fue el centro de atención de los inversores, después de que varios informes positivos de analistas alimentaran la apuesta alcista del mercado. El Nasdaq logró hasta el jueves siete sesiones consecutivas de ganancias, una serie alcista que no se repetía desde los fastos de principios de 2000.
El tirón tecnológico se dejó notar en el Dow, encabezado por Microsoft (+6,12%) e IBM (+5,28%), aunque Intel cedió en la semana el 1,23%.