Juventud entre alfombras
Desde hace año y medio, tras los muros de la Real Fábrica de Tapices se vive una gran transformación. Su directora, María Dolores Asensi, ha cambiado y modernizado tanto el estilo de la decoración como el de la gestión
U
n soplo de aire joven ha entrado en el vetusto edificio de la Real Fábrica de Tapices. Desde hace año y medio María Dolores Asensi, madrileña de 29 años y licenciada en Derecho y Empresariales, dirige una de las industrias artísticas más antiguas de España, fundada por Felipe V con el fin de decorar con alfombras y tapices los palacios reales. Es la primera mujer al frente de esta institución. Y se nota. Sin ningún tipo de protocolo, ella misma, alegre, desenfadada y risueña, recibe en la puerta. Ocupa un amplio despacho, decorado por ella misma con 'un aire más alegre, fresco y femenino'. Lo primero que hizo fue pintar las paredes en un tono amarillo. Lo siguiente, elegir la alfombra, en colores burdeos y dorados, que cubre toda la estancia. 'Es la pieza fundamental y la quería sobre todo alegre'. A continuación eligió otra alfombra con motivos de boscaje en tonos verdes y la mesa de trabajo: amplia, que se adaptara al estilo isabelino del resto del mobiliario, funcional y con muchos cajones donde archivar sus papeles. La armonía del despacho hace que no tenga cabida un archivador. 'Es muy importante la imagen que transmites a los demás en el lugar donde trabajas, sobre todo cuando recibes visitas constantemente'. El resto de las mesas, sillas y sofás son todas en color blanco, ya que, según Asensi, la sencillez y la claridad es la clave del éxito. Y esto mismo es lo que ha intentado aplicar a su gestión.
Desde 1996, la Real Fábrica de Tapices fue reorganizada como fundación y participa en ella el Ministerio de Educación y Cultura, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, y la Fundación Caja Madrid. Una de las grandes aportaciones de Asensi, al margen de la estética, es una gestión más empresarial, centrada en el mercado exterior. 'Le estamos dando muchas importancia al marketing y estamos fijando una estrategia mirando a países como Estados Unidos y Rusia'.
En la plantilla, además de los profesionales que componen la parte de administración y gerencia, cuenta con 80 artesanos y ocho profesores que imparten oficio a 40 alumnos en la escuela taller de la fábrica. Porque si por algo está preocupada Asensi es por formar cantera y que no desaparezcan trabajos que contribuyen a mantener vivo el legado histórico del patrimonio español.
'Más que artesanos son artistas y era una pena que desapareciera este oficio. Cuando se creó la fundación se estimó que en 15 años no habría mano de obra para realizar este trabajo', asegura esta ejecutiva, que procura cuidar su relación con la plantilla. 'Al principio chocó mucho que una mujer joven fuera la directora, pero han visto que conmigo han cambiado algunas cosas. Antes a una mujer no le era fácil ascender y ahora han visto que pueden. También me gusta el trato cercano y siempre tengo mis puertas abiertas a todo el mundo'. Asensi procede de una consultora de inversión. 'Ya sé que mi anterior trabajo no tiene nada que ver con lo que hago, pero con ganas, esfuerzo y horas se puede suplir la falta de experiencia'. Dice que siempre le ha atraído la actividad que se desarrolla en las fundaciones, 'porque además de buscar beneficios lo que consigues lo reviertes en la propia institución'. Otra de las razones que alega para justificar su entusiasmo en este trabajo es su pasión por el arte. Su abuelo era restaurador y en su familia el que más y el que menos pinta. Todos, menos ella, que se confiesa una negada para los pinceles. 'Es una manera de seguir la tradición familiar dentro del arte, no con mis habilidades artísticas, sino desde el punto de vista de la gestión'.
Duros comienzos
Trabaja, eso sí, siempre rodeada de flores, cerca de 11 horas al día. No le importa. Dice que los comienzos siempre son duros, sobre todo cuando pretende que todo su equipo se involucre en el proyecto y la estrategia para exportar alfombras y tapices a otros países. Su implicación es tal que suele llevarse trabajo a casa.'No soy adicta al trabajo, pero ahora estoy muy centrada en los temas de marketing y de exportación y quiero que todo salga perfecto'. Y asegura que es el mejor trabajo que le ha podido tocar en suerte. Cuida detalles como preparar una fiesta de despedida a un profesional que se jubila. 'Si la plantilla ve que te preocupas por ellos se motiva'.