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Unión Europea

El déficit público de la zona euro superará el 3%

El desbordamiento del gasto público en Francia, Alemania e Italia, unido a la caída de la actividad económica y a las rebajas fiscales aprobadas en los tres países, ha desequilibrado la balanza fiscal de toda la unión monetaria más allá del límite permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Aunque esta norma de coordinación fiscal no se aplica al resultado global de los Doce, la evolución del déficit amenaza con hacer insostenible el pacto.

Un acuerdo que, en teoría, sólo ofrece clemencia a los infractores cuando sufran una caída del producto interior bruto real de al menos el 0,75%, condición que no cumple por ahora ningún país de la zona euro, aunque Alemania e Italia han entrado técnicamente en recesión.

París y Berlín reconocen que su desequilibrio fiscal superará en el conjunto del año 2003 por segundo ejercicio consecutivo el máximo fijado en el Pacto de Estabilidad (4% y 3,8%, respectivamente). Roma prevé un déficit del 2,3% para este ejercicio, pero el año pasado ya se apreció el optimismo de sus cálculos. Frente a una previsión inicial del 0,5%, la cifra final se disparó hasta el 2,3%.

Italia, que preside este semestre la Unión Europea, parece pronta a alistarse a una posible ofensiva franco-alemana para flexibilizar el pacto, una batalla que puede librarse durante la próxima reunión informal de los ministros de Economía de la zona euro (12 y 13 de septiembre). Los tres países suponen el 70% del PIB de la zona euro.

Es en su aplicación donde debemos encontrar la necesaria flexibilidad', declaró ayer el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, a un diario económico de Milán. El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, celebran mañana en Dresde su periódica cumbre bilateral con la coyuntura económica y la aplicación del pacto previsiblemente entre sus asuntos prioritarios.

Pero no todos los países apoyan una reforma del pacto. El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, se pronunció ayer a favor de mantener el marco actual. Y al primer ministro sueco, Goran Persson, que el próximo día 14 se enfrenta a un agónico referéndum sobre la incorporación de su país al euro, no le serviría de mucha ayuda que los ministros dinamitasen la víspera el Pacto de Estabilidad.

Paro e inflación

También España es contraria a una reforma o flexibilización, como recordaba ayer el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, quien afirmó taxativamente que 'quien crea que con más déficit puede aumentar el crecimiento económico y el empleo se equivoca'.

Los datos estadísticos publicados ayer por la oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, ofrecen munición para ambos bandos. La tasa de desempleo en los Doce se mantuvo en julio en el 8,9%, exactamente igual que el mes anterior y cinco décimas más que julio de 2002 (en la UE, el 8,1%, cuatro décimas más que hace un año).

El índice de precios industriales también permaneció estancado en julio en la zona euro y se elevó una décima en los Quince (en junio cayó un 0,1% en ambos casos). La inflación en la zona euro, mientras tanto, sigue una evolución errática, pues en agosto volvió a elevarse dos décimas, hasta el 2,1%, según la estimación adelantada por Eurostat.

El Banco Central Europeo, por su parte, vuelve a augurar una recuperación económica y los analistas no esperan que en su reunión de mañana se decida modificar los tipos de interés que permanecen estabilizados en el 2% desde el 6 de junio.

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