Schröder y Raffarin vuelven a unirse contra el Pacto de Estabilidad
El canciller alemán, Gerhard Schröder volvió a reclamar ayer una 'aplicación económicamente razonable' del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y añadió que los objetivos que se persiguen con él deberían fijarse más precisamente en la última parte del acuerdo, el crecimiento, en lugar de priorizar el equilibrio presupuestario.
Esto mismo fue lo que pidió el miércoles en Bruselas a los responsables de la Comisión el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin. El líder galo reclamó al Ejecutivo comunitario que flexibilice el pacto y argumentó para ello que Francia tiene como prioridad absoluta en 2004 el crecimiento, y que a partir de 2005-2006 centrará sus esfuerzos en retornar sus déficit públicos a los límites fijados por el pacto.
Alemania y Francia son los dos países de la eurozona con más problemas para cumplir el Pacto de Estabilidad, ya sus déficit superan ampliamente el 3% del PIB. Y las previsiones apuntan que ambos Estados volverán a superar este año dicho límite.
Schröder, aunque insistió en que Alemania 'no abandonará' el Pacto de Estabilidad, señaló que esta aplicación flexible del acuerdo 'es también la voluntad de bastantes países de la Unión Europea', dijo en su comparecencia pública tras el paréntesis estival.
A esto añadió que 'entre nosotros (los socios de la UE) hablamos siempre de Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el sentido de que éste debía significar un balance entre ambos conceptos'.
Si bien el canciller alemán no quiso concretar qué era para él una 'perspectiva sensata de interpretación' ni dónde estarían los límites de ésta, sí reiteró que en el futuro deberá ponerse más énfasis del puesto hasta ahora en el objetivo de crecimiento económico.
Presupuestos coordinados
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Dominique de Villepin abogó ayer por que los quince Estados de la Unión Económica Monetaria (UEM) creen un consejo formal para coordinar sus políticas presupuestarias.
Villepin consideró que este consejo sería conveniente para ayudar a los Gobiernos a combinar el respeto a la disciplina presupuestaria con la necesidad de impulsar el crecimiento, algo que consideró vital para modernizar las sociedades.
Además, precisó que para empezar y antes de formar dicho consejo sería necesario la creación de mecanismos estadísticos adecuados en todos los países.