Brasil avanza con las reformas mientras caen sus expectativas de crecimiento
La Cámara de Diputados de Brasil se disponía anoche a aprobar en segunda vuelta la reforma de las pensiones, que pasaría entonces al Senado. Esta es una de las dos ambiciosas reformas que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha emprendido para sanear las finanzas públicas, que soportan una deuda del 55,4% del PIB. En primera vuelta el proyecto de ley fue aprobado el pasado 14 de agosto y quedaban pocas dudas de que pasaría otra votación.
En cuanto a la segunda, la reforma de impuestos, una comisión de 38 diputados del Congreso, que ya había aprobado el borrador propuesto por Lula el viernes pasado, votaba ayer las enmiendas antes de presentarlas al pleno.
'La reforma de impuestos probablemente llevará un tiempo, y el mercado está dividido sobre si es una buena idea ahora, señala Flavio Farah, director de Tesoro de West LB Banco Europeu, en São Paulo. 'Pero la votación sobre las pensiones es muy importante y es casi seguro que llegará al Senado', añade.
Los cambios impositivos están orientados a hacer más eficiente el sistema tributario federal y a reducir la presión fiscal a las industrias locales, sobre todo a los exportadores.
Una encuesta de CNT/Sensus publicada ayer mostró que el 37,6% de los entrevistados encuentran que la reforma presentada por el Gobierno provocará un aumento de los impuestos, el 21,4% piensa que la carga fiscal se mantendrá, y el 29,9% opina que la presión disminuirá.
Por su parte, la reforma de pensiones está enfocada a una reducción de los beneficios que disfrutaban hasta ahora los funcionarios jubilados y que han provocado que el déficit anual de este sistema sea de 20.000 millones de dólares.
Pero, además de las reformas, el Gobierno hace frente a la mala situación económica. Mañana se presentarán los datos correspondientes al PIB del segundo trimestre, que podría ser negativo, como apuntan algunos analistas. En ese caso, Brasil, que ya registró una contracción del PIB en el primer trimestre, entraría en recesión.
Citigroup ya ha rebajado la previsión de crecimiento para este año hasta un 1,5%, desde el 2% inicial. Por el contrario, ha aumentado a un 3,5% la previsión para 2004, que estaba en el 3,3%. 'La economía brasileña ha mostrado indicios de debilidad en el primer semestre, en parte como respuesta a la subida de los tipos de interés bajo un contexto económico internacional incierto', afirma José Luis Martínez, economista de Citigroup, pero 'la rapidez e intensidad del Banco Central en los descensos de tipos y la recuperación del sector exterior serán claves para que profundice su recuperación'.