Alta tecnología para elaborar un osito artesano
La demanda de joyas en el mercado español la atienden actores de características dispares. Las más renombradas del sector, encabezadas por la francesa Cartier y la italiana Bulgari, dirigen sus productos a los más acaudalados, mientras que los talleres particulares atienden bolsillos más ajustados. La catalana Tous ha logrado hacerse un hueco entre los más grandes y demostrar que engalanarse con una joya distinguida está al alcance de todos, sin perder ni un ápice de estilo.
El ajetreo de las idas y venidas de maletas procedentes de todos los puntos de venta se inicia de madrugada en el cuartel general de Tous en Manresa, población cercana a Barcelona. En esta peculiar forma de transporte e introducidas en camiones viajan las joyas de la firma catalana. En todas las maletas transita la más rentable y famosa de sus creaciones, el popular oso Tous, que se vende en países tan dispares como Corea, Puerto Rico o Alemania. 'Ni yo misma me podía imaginar que íbamos a llegar tan lejos', dice Rosa Oriol, la madre de la criatura.
En su base de Manresa la compañía realiza la producción y reparación de joyas exclusivas, piezas de primeras colecciones, de las que Rosa Oriol es la artífice. También concentra la gestión de la empresa, desde las campañas de marketing a la distribución de todas sus líneas de producto. Cada día el centro logístico gestiona entre 3.500 y 4.000 artículos, contabilizando las piezas que se producen en la sede central, las que se elaboran en una fábrica de joyas en Barcelona y los complementos que se manufacturan en otra población cercana a Manresa. La compañía cuenta con una única fábrica fuera de España, ubicada en Marruecos, donde se realizan artículos de marroquinería.
Cifran entre 3.500 y 4.000 las piezas producidas al día, de las que el 80% son joyas. La empresa tiene más de una decena de líneas de producto
La apuesta por crear nuevas líneas de producto con el oso Tous como único protagonista y la expansión internacional han obligado a la compañía catalana a reestructurar por completo su producción. Ahora ya nada se parece a aquel pequeño taller de relojería y joyería que fundó en 1910 el padre del actual propietario de la firma, Salvador Tous. La empresa está presente en diez países de tres continentes.
A las ocho de la mañana, se inicia el control de calidad de las piezas que han llegado durante la noche. El personal pone especial atención en que todos los artículos se encuentren en buen estado. Este mismo grupo se encarga de etiquetar y embolsar en función de los mercados a los que van dirigidos una vez que las piezas ya están examinadas. Pegatinas en euros para las que se ofertan en el Viejo Continente y en dólares para el resto de mercados.
La práctica totalidad del personal que se encarga de estas tareas es femenino. La responsable de la planta baja, donde se concentran la organización de pedidos y la distribución del producto, desconoce si la mayoría aplastante de mujeres en la empresa es o no casual. 'Quizás es porque nos entendemos mejor con estos productos', reflexiona en voz alta.
En paralelo, el resto de departamentos de Tous empiezan a trabajar. La actividad principal son las labores de creatividad, que recaen en Rosa Oriol y su equipo. En la planta superior, Oriol discute con un operario cómo diseñar una joya. Está preparando una colección con los 12 signos del zodíaco como motivos centrales. 'Cada nueva colección es un reto y un trabajo ingente por la cantidad de pruebas que tenemos que realizar', explica.
Tres diseñadores gráficos se encargan de que la idea inicial trazada a grandes rasgos en un papel se plasme en pantalla mediante un programa informático. Un método innovador que les garantiza diseñar una pieza tal como está concebida en origen. Posteriormente una máquina conectada a los ordenadores se encarga de crear un molde a imagen y semejanza del dibujo de pantalla. Este molde, fabricado con resina, tarda en elaborarse hasta ocho horas, por lo que los operarios optan por mantener encendida la maquina por la noche y recogerlo acabado por la mañana. Al molde se le aplica cera y caucho antes de ser llenado con la aleación de oro o plata que dará origen a la joya.
Piedras preciosas
El artículo será acompañado en la mayoría de los casos de algún mineral. Un grupo de mujeres selecciona las piedras más idóneas para engarzarlas en anillos o pendientes. 'Con el cambio de temporada pedimos a los proveedores piedras de colores más acordes con la época del año', señalan en el área de gemología. Una sala da cobijo en exclusiva al más valioso de sus materiales, el diamante. Está predestinado a las joyas más selectas.
Ya de tarde, mientras los pulidores dan los últimos retoques a las joyas, se incorpora el turno de noche, compuesto por seis personas. Su labor es vital para garantizar el orden por la mañana. Se encargan de ordenar el material que ha entrado durante el día y de atender los pedidos que los puntos de venta han solicitado. El equipo de noche prepara los pedidos y los introduce en el número de maleta que cada tienda tiene asignada. A primera hora de la mañana se iniciará el éxodo de las valijas. Diariamente el centro gestiona cerda de 200 pedidos .
'Si la tienda que tiene asignada en nuestra base de datos el número tres (Pedralbes) ha vendido un collar y nos pide tres anillos, hemos de coger su maleta correspondiente y llenarla de esos productos', explican. A la luz del alba, cuando la maleta se carga en el camión y parte hacia la tienda, finaliza la tarea del turno de noche.
'Trabajar en familia impide desconectar'
Del trabajo a casa tan sólo subiendo una planta. El último piso de la sede de la compañía en Manresa es casi tan confortable como la propia residencia del matrimonio Tous.En la parte superior del inmueble han acondicionado un loft para hacer breves descansos durante la jornada laboral. Un pequeño oasis dentro de su lugar de trabajo, en el que han instalado cocina, baño, sala de estar y dormitorio. El símbolo de la compañía está presente prácticamente en cada uno de los objetos expuestos. Salvador Tous reconoce que le es difícil desconectar trabajando juntos. Lo mismo le ocurre a su mujer, Rosa. Y esta dificultad se agrava por la presencia de sus cuatro hijas, Rosa, Alba, Laura y Marta, en cargos directivos en la empresa.La pareja Tous tiene las tareas bien delimitadas dentro de la empresa, a la que Rosa llegó tras casarse con Salvador a los 18 años. æpermil;l se encarga de la parte administrativa y de gestión, 'de los números', mientras que ella asume la tarea de idear nuevos productos. Aun así, Salvador Tous no tiene reparos en asegurar que 'ella es la que tiene la fuerza para tirar de la máquina'.La distribución de tareas se prolonga ya casi durante cuatro décadas. Un largo periodo que sin embargo no es suficiente para abandonar la dirección de la empresa y dejarla en manos de sus hijas, la tercera generación Tous. 'Ahora es precisamente cuando empezamos a recoger los frutos de toda una vida de trabajo', argumenta Salvador Tous.No descartan que alguno de sus siete nietos en el futuro se incorpore a la empresa, aunque Rosa reconoce 'tendremos que regularlo de alguna manera con un protocolo familiar'.La pareja Tous reconoce que trabajar, hasta el momento, los seis juntos es muy gratificante, 'aún así tenemos nuestros pequeños conflictos'. La diseñadora se sincera: 'A veces no soy consciente de que mis hijas ya son adultas y que tienen tanta o mucha más razón que yo'. Pequeñas disputas que se resuelven en un abrir y cerrar de ojos, asegura.
La joya cede terreno al complemento
La joyería se ha quedado pequeña para Tous. No satisfechos todavía con la aceptación que han tenido sus colecciones de joyas, sobre todo en la última década, han diversificado hacia nuevas líneas de producto. Todas ellas con el oso sello de la casa, por supuesto. Complementos para mujer, como bolsos, pañuelos o colonias, y objetos de decoración son algunas de las muestras de sus colecciones que se extienden a más de una decena de productos.La última, que llegará al mercado en septiembre, es una colección de sofás. 'En principio iban a ubicarse en nuestras tiendas, pero quisimos ir más allá y venderlos al público final', dice Rosa Tous, directora de marketing.A pesar de la buena acogida que cada nuevo producto ha tenido en el mercado, los Tous no van a abandonar su negocio tradicional. Las joyas continúan siendo su línea más rentable. Concentran el 80% de sus ventas.