La Reserva Federal no aclara si planea recomprar deuda
La confusión que han generado los últimos mensajes de la Reserva Federal también explican en parte la fuerte tendencia a la baja que ha experimentado el precio de la deuda. Greenspan dio a entender a finales de mayo y principios de junio que podría considerar recompras de deuda, una medida para generar caídas en los tipos de interés a largo plazo y combatir así la deflación.
En concreto, la conclusión de la reunión del 25 de junio desencadenó una de las mayores ventas en la historia del mercado de bonos.
En sus intervenciones posteriores Greenspan prácticamente ha desechado la idea de las recompras de deuda. Reiteró además su compromiso de mantener los tipos de interés bajos. Los operadores, sin embargo, no le han prestado atención y la rentabilidad de la deuda ha seguido escalando posiciones. El mercado parece temer la inflación más que a nada.
La falta de claridad de los bancos centrales es uno de los principales quebraderos de cabeza para inversores y especialistas. Muchos demandan mayor transparencia para evitar episodios como la fuerte caída de los bonos.
Alarma en los mercados
El comportamiento de la deuda en los últimos meses también ha hecho sonar las alarmas en el mercado. El repunte de los tipos a largo plazo es una amenaza para el despegue económico. La semana pasada la rentabilidad del bono a 10 años llegó a alcanzar el máximo en 12 meses.
Esta escalada entraña mucho riesgo. Los créditos hipotecarios están ligados a la evolución de los tipos de interés a largo plazo y una fuerte subida de los mismos puede afectar directamente a la capacidad de consumo. Por otro lado, aumenta las tasas hipotecarias, lo que puede mermar la demanda de vivienda y provocar caídas de precios.