En 2010 habrá un inmigrante por cada diez españoles
Extranjeros en España: cuántos son, dónde viven, de dónde vienen, cómo son, qué estudian o dónde trabajan, son violentos o se integran en la sociedad española y cuántos serán en 2010. A todas estas preguntas responde el estudio La población extranjera en España, elaborado por Carlos Angulo y difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En la actualidad residen en España dos millones de extranjeros, lo que supone prácticamente el 5% de la población. Pero si se tiene en cuenta que hasta 2010 los expertos y estadísticos calculan que cada año entrarán en España entre 250.000 y 400.0000 extranjeros, a finales de la década la población inmigrante estará entre los 4 y los 5,5 millones de personas, o lo que es lo mismo, supondrá entre el 9% y el 12% de la población total española.
A este aumento también contribuirá el hecho de que las mujeres extranjeras tienen casi el doble de hijos que las españolas. Mientras que las mujeres magrebíes y las chinas tienen tasas de fecundidad superiores al 10%, la tasa de las españolas es del 2,8%.
Que la inmigración sea masculina o femenina depende de las nacionalidades. Así, entre el colectivo de africanos hay una mujer por cada dos hombres y entre los iberoamericanos hay ocho hombres por cada diez mujeres.
El autor de este estudio diferencia los objetivos de los inmigrantes que llegan a España en función del país de procedencia. Los que llegan del norte, representados por los países de la Europa comunitaria, 'vienen a España a maximizar el beneficio de sus rentas, aprovechándose de un nivel más bajo de precios para una calidad de servicios similar a la de sus países'. Por el contrario, los del sur, donde se incluyen las personas de África, Iberoamérica, y Europa del Este, emigran a España con el objetivo de maximizar el rendimiento de su fuerza de trabajo.
Sin embargo, esta última circunstancia no implica que los inmigrantes que llegan a España sean los que tienen menor nivel de formación en sus respectivos países. Más del 14% de los extranjeros tienen estudios universitarios y otro 54% de estos ciudadanos han terminado sus estudios de enseñanza secundaria.
Es más, los hijos de inmigrantes residentes en España, que actualmente se encuentran en edad de estudiar bachillerato, 'difícilmente podrán alcanzar el mismo grado de educación que sus padres, pues sólo el 10% de los extranjeros de entre 15 y 19 años están escolarizados en bachillerato'.
Dispuestos a trabajar
Los inmigrantes tienen mucha más disposición a trabajar que los españoles, ya que tienen una tasa de actividad del 69%, 14 puntos superior a la media española. Esto lleva a que la tasa de paro entre los inmigrantes sea del 18%, cuatro puntos superior a la del conjunto de la población.
Uno de cada tres extranjeros con trabajo ocupa puestos no cualificados, frente a otro 21% que son directores de empresas, profesionales o técnicos.
Otro de los objetivos de este estudio, según su autor, es 'desmentir o confirmar, con argumentos estadísticos, un estado de opinión propenso a relacionar inmigración con delincuencia'.
De los 224.004 ciudadanos detenidos por delitos y faltas en 2000, un 77% eran españoles. Al analizar las cifras de detenidos por cada mil habitantes, el mayor colectivo de inmigrantes que comete delitos son los argelinos, uno de cada tres ciudadanos de esta nacionalidad fue arrestado en 2000. En segundo lugar se encuentran los rumanos y el resto de los africanos.