Problemas perennes para la producción iraquí
La producción iraquí de petróleo avanza a trompicones, pero la interrupción de las rutas exportadoras del norte del país paralizan la normalización de las exportaciones, según destacó ayer la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La agencia estima que el ritmo de producción llegó a finales del mes pasado a 1,1 millones de barriles diarios. Un nivel que pone a Irak por encima de los miembros más débiles de la OPEP: Argelia, Indonesia y Qatar.
Pero la oleada de sabotajes y el mal estado de las infraestructuras obligan a moderar el optimismo: 'Los niveles de producción en los próximos meses continúan siendo una incertidumbre. Será crucial la reactivación de la ruta exportadora de Ceyhan (Turquía)', diagnostica la AIE.
El organismo estima que las dificultades para canalizar la producción, vía exportaciones o a través del consumo doméstico, obligan a inyectar diariamente 200.000 barriles en los yacimientos, ante la falta de infraestructuras para almacenarlos.
De esta manera, la producción bruta promedio en julio fue de 855.000 barriles diarios, repartida casi al 50% entre los yacimientos del norte y los del sur, con un ligera ventaja para el área de Kirkuk, cerca de la frontera con Turquía. Sin embargo, la producción neta fue de 655.000 barriles al día.
Aunque balbuceante, la recuperación de Irak es, en cualquier caso, un hecho. Así, el promedio de producción neta se ha multiplicado por cuatro desde abril, cuando era de 160.000 barriles diarios.
Las cifras de Irak aún son un tercio de lo que el país producía un día antes de que comenzara la guerra, el pasado 20 de marzo. Los últimos años de la era Sadam se caracterizaron por unos ingresos petroleros de 20.000 millones de dólares (17.700 millones de euros) anuales. Los expertos dicen ahora que habrá que esperar al menos hasta 2005 para regresar a esos niveles.