Los planes de renta fija se debilitan
Los problemas de los mercados de deuda pública se han reflejado ya en las rentabilidades de algunos productos
El apretón alcista de la renta variable desde el pasado mes de junio ha permitido a los planes de pensiones especializados en este tipo de activos mantener una clara ventaja sobre sus colegas de las demás variantes de inversión en cuanto a rentabilidad. Los planes de pensiones de renta variable ganan en estos momentos un 6,1% en lo que va de año, frente al 3,2% de ganancia de los fondos mixtos de renta variable, los segundos en el escalafón de rendimientos.
Las Bolsas presentan ganancias por término medio en torno al 15%, aunque algunos planes de pensiones han conseguido sacarle rentabilidades bastante más elevadas a sus carteras. Hay una docena de planes de pensiones con rendimientos por encima del 20% y algunos incluso han rozado el 30% de ganancia, aunque se trata de planes con niveles muy altos de volatilidad y riesgo que, además, no cuentan con un elevado patrimonio ni con muchos partícipes.
Se trata, por lo general, de planes bastante minoritarios que en los tres últimos años han sufrido un duro castigo, en algunos casos especializados en segmentos del mercado como la tecnología, que han aprovechado los primeros síntomas de recuperación económica para lograr importantes rentabilidades. Los planes bursátiles, aunque ganan un 6,1% en lo que va de año, se encuentran, sin embargo, solamente un 0,6% de media por encima de sus niveles de hace un año.
La rentabilidad de los planes de Bolsa se mantiene por encima del 6%, mientras que la de los que invierten en renta fija acumulan una ganancia del 1,5%
Las demás categorías de fondos se están quedando bastante distanciadas, ya que en las últimas semanas los mercados han jugado en contra de los fondos con activos de renta fija en sus carteras. La subida de las rentabilidades de los bonos y el paralelo desfondamiento de los precios de estos activos han frenado la rentabilidad de los planes de pensiones que en los tres últimos años habían sido el refugio de la mayor parte de los partícipes de planes de pensiones.
En particular, los planes de renta fija en sentido estricto (es decir, aquellos que no tienen en su cartera ni una sola acción) parecen ser los grandes perjudicados del momento. Con una rentabilidad acumulada en lo que va de año del 1,5%, estos planes son los que mayor patrimonio gestionan, más de 8.300 millones de euros, junto con los planes de pensiones de renta fija mixta del grupo dos (aquellos que pueden alcanzar un 30% de su cartera en acciones), que manejan cerca de 8.600 millones de euros.
El futuro de la renta fija es ahora mismo el principal motivo de inquietud entre los gestores de planes de pensiones, ya que los tipos de interés a largo han iniciado una carrera alcista que parece bastante consistente, de forma que los tipos a largo se han colocado en torno a un punto por encima de sus niveles de hace un mes.
Este aumento de las rentabilidades (que es paralelo a un descenso de las valoraciones de los activos que tienen los fondos en sus carteras) ha erosionado en alguna medida las rentabilidades de los planes de pensiones de renta fija, cuyos rendimientos equivalen ahora a un tercio de los que presentan los planes de tipo bursátil. Algunos gestores creen que éste sería un buen momento, si no para cambiar posiciones de renta fija a variable, al menos para diversificar un poco la cartera aumentando el peso de la renta variable en la inversión total de cada partícipe.