La filial española se mantiene a la espera y con las cuentas saneadas
Alstom España está pendiente de la resolución de la crisis en Francia, aunque con la relativa tranquilidad de haber obtenido en marzo sus primeros beneficios en varios años.
En la compañía eludieron ayer hacer comentarios, en espera del comunicado que emitiría la matriz en el día de hoy. A su vez, fuentes de la matriz francesa consultadas emplazaron cualquier valoración a la finalización del consejo de administración previsto para última hora de la tarde de ayer.
Alstom España obtuvo un beneficio neto de 20,7 millones de euros en el ejercicio 2002-2003. Este cambio de tendencia frente a las continuas pérdidas en años anteriores se debe en parte a la reducción de costes derivada de un fuerte plan de ajuste (supresión de un 30% de puestos directivos desde 1999), pero sobre todo al incremento de la facturación. La cartera de pedidos, de 1.658 millones de euros, se ha multiplicado por cuatro desde 1999. La plantilla se ha mantenido estable en este periodo, en torno a los 2.000 empleados.
Alstom España fabricó trenes para la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. En 2001 perdió el contrato para la línea Madrid-Barcelona, aunque desde entonces sus cuentas han mejorado. Entre las expectativas de negocio del mercado destaca la demanda derivada del Plan de Infraestructuras 2000-2007.