La brecha en la situación laboral de las familias según dónde residan se agranda
En el periodo 1994-2001 se han acentuado las diferencias en la situación laboral de las familias en función de la comunidad autónoma donde residan, debido a las tensiones de los mercados de trabajo regionales, a la evolución de la demografía interna y a los distintos grados de atracción de los movimientos migratorios, factores que se traducen en una baja movilidad laboral.
Según un informe de Caixa Catalunya, existe una gran disparidad regional entre los hogares españoles donde todos sus miembros están trabajando y aquellos en los que todos están parados. En concreto, mientras que en 2001 había un 24,9% de familias donde todos sus miembros se declaraban activos, en el caso de las islas Baleares esta variable alcanzó el 35,5%, frente al 15,4% de Asturias.
Los aumentos más acusados en el periodo analizado correspondieron a Baleares, con un aumento de 9,8 puntos en los hogares con todos sus miembros activos, Madrid (9,3 puntos), Extremadura (6,6) y Castilla-La Mancha (6,4). Sólo en el caso de La Rioja se produjo un descenso entre 1994 y 2001, pasando del 21,3% al 19,5%.
Además, el informe de la entidad financiera catalana señala que la reducción del paro y el crecimiento de la tasa de actividad femenina "han sido determinantes" para el aumento del número de miembros ocupados en las familias españolas. Así, durante los 7 años analizados la media de ocupados por familias creció un 14% en el conjunto del Estado, pasando de 0,98 personas por hogar en 1994 a 1,12 en 2001, si bien este dato estadístico esconde situaciones regionales muy diferentes.
Mientras en comunidades autónomas como La Rioja, Castilla y León y Cataluña se experimentaron crecimientos inferiores al 10%, Madrid, Extremadura, Andalucía y Aragón presentaron los mayores incrementos, superiores al 17%. "Con la excepción de Madrid, fueron algunas de las comunidades con tasas de paro más elevadas, y las que pasaban por mayores dificultades económicas, las que experimentaron un mayor
crecimiento de la media de ocupados por familias", indica el estudio.
Baja movilidad
Por último, el informe señala que las diferencias regionales en la evolución del porcentaje de hogares donde todos sus miembros están en paro confirman la baja movilidad laboral que existe entre las distintas comunidades autónomas. Así, en 1994 el 8,7% de las familias españolas tenía todos sus miembros en paro, frente al 3,8% de 2001.
Los mayores descensos se registraron en Andalucía (8 puntos), Canarias (6,1) y Extremadura (5,7), siendo la primera y la tercera las regiones que en 1994 partieron de las peores condiciones, con el 15% y el 12,5% de hogares con todos los miembros en paro, respectivamente. En el extremo opuesto se encuentran Castilla y León, con un descenso de 3 puntos, La Rioja (2,9), Galicia (2,7) y Aragón (2,5), como las comunidades donde la pérdida del peso relativo de familias con todos sus miembros en paro fue más contenida.