La Reserva Federal percibe un freno en el gasto de los consumidores
La entidad que preside Alan Greenspan observa 'signos adicionales de que el ritmo de actividad económica aumentó ligeramente en junio y la primera mitad de julio' y que, en consecuencia, observa un mayor optimismo sobre las perspectivas económicas de cara a los próximos meses.
La Reserva Federal se refiere al aumento de la actividad, principalmente industrial, que registran la mayoría de los distritos, una señal esperanzadora después de más de un año de caídas ininterrumpidas. Sectores como los bienes de equipo, la industria militar, los ordenadores personales y la maquinaria industrial han registrado un aumento de las ventas, pero otros, más ligados al consumo, como el textil y los automóviles han registrado importantes descensos. Las decisiones de inversión, sin embargo, se aplazan hasta el próximo ejercicio.
Y es que el gasto de los consumidores empieza a resentirse de los elevados niveles de desempleo que sufre EE UU, con una tasa de paro del 6,4% en junio pasado. 'En contraste, el gasto de los consumidores permaneció sin brillo y sólo Nueva York informó de una mejora de las ventas minoristas'.
Además, los consumidores se están decantando por 'las marcas más baratas' y varios distritos informaron de 'fuertes campañas de descuentos' para mantener el nivel de ventas. Lo mismo sucede con las ventas de coches, lo que ha provocado un aumento de los stocks de automóviles nuevos 'por encima de los niveles deseados' y 'la caída de los precios de los coches usados'.
El análisis de la Reserva Federal supone, cuando menos, una alerta sobre las inciertas perspectivas económicas. El gasto de los consumidores representa dos tercios del PIB estadounidense y ha logrado mantener a flote la economía incluso en los periodos recesivos.
La alarma, de momento, está más o menos contenida. 'Los bajos tipos de interés hipotecarios siguen impulsando las ventas de viviendas', aunque la autoridad monetaria observa una mayor preferencia por las viviendas de bajo precio. Los bancos, además, perciben que muchos 'clientes están anticipando la subida de tipos y quieren asegurarse los actuales tipos bajos'. De hecho, la curva de tipos a largo plazo, referencia para las hipotecas, mantiene una tendencia al alza desde hace semanas.
El otro foco de atención de la Reserva, los precios, 'están en general bajo control'. El aumento de los seguros sanitarios y de pensiones empujan al alza los costes laborales, 'y podrían frenar la contratación a corto plazo', y, por otro lado, 'la debilidad del dólar' mantiene firmes los precios mayoristas.
De debilitarse el consumo, las tendencias deflacionistas que subyacen crecerán.
Bush ve signos 'esperanzadores' de reactivación
El presidente de EE UU, George Bush, aseguró ayer que hay 'indicios esperanzadores' de que la economía de EE UU está mejorando, aunque reconoció que la creación de empleo aún tardará algo más en recuperarse, informa Reuters. 'Empezamos a ver los signos esperanzadores de un crecimiento más rápido en la economía que, a su debido tiempo, producirá empleos', dijo Bush.En su primera conferencia de prensa desde el pasado 6 de marzo, el presidente Bush dedicó buena parte de su tiempo a defender su gestión de la política económica. El argumento utilizado por Bush es que buena parte de los males que ahora aquejan a la economía -el pinchazo de la burbuja tecnológica, la caída de las Bolsas, el 11-S, la pérdida de confianza por los escándalos empresariales, la recesión- son heredados o imprevisibles y que ha puesto todo su empeño en propiciar la reactivación.'Hubiéramos tenido déficit, con o sin los recortes de impuestos, por esta razón: la desaceleración de la economía, el declive de la Bolsa desde marzo de 2000, más la recesión, que redujeron la cantidad de ingresos del Tesoro federal', dijo Bush.'Yo tenía que tomar una decisión de política, y tomé la decisión de afrontar la recesión con un recorte de impuestos', agregó.