El modelo empresarial que se vino abajo en dos meses
El mundillo bursátil está acostumbrado a frivolizar. A celebrar por todo lo alto planes de reducción de plantilla que dejarán sin empleo a decenas de miles de trabajadores y a oír cómo sesudos analistas se atreven a señalar que una guerra puede ser buena. Así, no extraña que la quiebra de Enron se comparase en ocasiones con la caída de las Torres Gemelas, dada la dimensión, la rapidez del desastre y la fecha en la que se produjo.
Septiembre 2001. La caída de los mercados posterior a los atentados del 11-S hizo insostenibles los contratos de cobertura de riesgo en inversiones. Se volatilizaron ingresos que ya estaban contabilizados como beneficios.
16 de octubre. Enron reconoce pérdidas trimestrales por 618 millones.
24 de octubre. El director financiero, Andrew Fastow, es despedido.
31 de octubre. La SEC abre una investigación formal sobre Enron. La empresa, con el crédito cortado y sin apenas dinero para continuar las operaciones, pide al Gobierno que no le rebajen la calificación crediticia.
9 de noviembre. La empresa competidora Dynegy negocia la compra de Enron.
28 de noviembre. Las agencias de calificación rebajan a Enron, y Dynegy abandona. La SEC empieza a investigar a Andersen, auditor de Enron.
2 de diciembre. Citigroup y JP Morgan fracasan al buscar fondos para rescatar Enron. La empresa se declara en quiebra.
10 de enero de 2002. Andersen reconoce que sus empleados han destruido documentos relacionados con Enron. El Departamento de Justicia inicia una investigación sobre la empresa.
17 de enero. Enron despide a Andersen. Seis días después dimite el presidente de Enron.
9 de abril. Accionistas de Enron acusan a varios bancos de inversión de inflar la cotización de Enron y de lucrarse en el proceso.
23 de julio. La investigación del Congreso descubre que los bancos camuflaron créditos como transacciones de energía.