Balbás destapa los conflictos internos que enfrentan al PSOE madrileño
Buen conocedor de las interioridades de la Federación Socialista Madrileña tras militar durante casi dos décadas en ella, el empresario José Luis Balbás detalló ayer con pelos y señales en la comisión de investigación las características de los principales grupos de poder que han controlado en diferentes etapas el PSOE regional, a los que no fue ajeno él mismo en calidad de líder de la corriente Renovadores por la Base.
Tantas facilidades dio la mesa de la comisión, controlada por el PP, a Balbás para explayarse en las miserias de la FSM que en muchos momentos de su comparecencia se disipó el objetivo de la investigación, centrándose las pesquisas en las circunstancias en las que José Luis Rodríguez Zapatero logró la secretaría general del PSOE en el 35º Congreso de julio de 2000.
Balbás detalló las distintas reuniones y comidas que mantuvo con Zapatero y parte de su actual equipo para facilitar su victoria frente al presidente castellano manchego, José Bono, quien también compitió por el liderazgo del PSOE hace ahora tres años. Las preguntas que le realizó el PP le pusieron a Balbás en bandeja presentarse como artífice del triunfo del actual líder socialista e incluso como su asesor de política económica en momentos tan relevantes como el debate del estado de la nación celebrado el año pasado. 'Sin nosotros, Zapatero no hubiera ganado el congreso y no habría llegado siquiera a ser candidato', aseguró Balbás.
El único momento en el que flaqueó el compareciente fue cuando el PSOE aludió de pasada a varios informes que cuestionan la salud financiera de algunas de sus múltiples empresas. Balbás amenazó entonces con ir a los tribunales por sentirse herido en su intimidad y consiguió con ello liberarse de la presión a la que estaba siendo sometido.
Una secuencia rápida de las tres comparecencias celebradas hasta ahora en la comisión, la de los diputados tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, y la del propio Balbás, arroja un saldo claramente favorable a los intereses del PP, cuyo objetivo final es probar que Rafael Simancas ha visto frustrada su llegada al Gobierno regional no por una trama de naturaleza inmobiliaria, sino por el propio conflicto interno de la FSM.
Diputados escépticos
Diputados del PSOE y de IU reconocían ayer en privado que les va a ser muy difícil dar la vuelta a la investigación, aunque confían en ganar algo de terreno durante la próxima comparecencia del secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, anfitrión del constructor Francisco Bravo en la sede del partido de Génova, 13, el mismo día en el que Tamayo y Sáez consumaron su traición.
'Si no hubiéramos obtenido las llamadas telefónicas de Tamayo, ni siquiera sabríamos sus conexiones con el PP. Si la vía judicial se hubiera abierto paso y se conocieran las llamadas que en los días claves realizaron Romero de Tejada y el abogado José Esteban Verdes, encajaríamos más piezas. Pero en las actuales circunstancias, sin más documentación que algunos recortes de prensa, estamos desarmados', dijeron ayer fuentes parlamentarias socialistas.
IU comparte parecido criterio. 'En esta investigación no vamos a llegar ni a conocer la punta del iceberg de la trama inmobiliaria que se viene enriqueciendo desde hace mucho tiempo en Madrid mediante las recalificaciones de suelo', sostiene un diputado de la coalición, escéptico ante los frutos de la comisión.