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Trabajo

Las rentas del trabajo ganan peso en el IRPF a pesar de la reforma tributaria

El impuesto sobre la renta de las personas físicas sigue siendo un tributo centrado en las rentas del trabajo, a pesar de las reformas emprendidas en los últimos años que pretendían, entre otros objetivos, una disminución del peso de los salarios sobre la recaudación total del impuesto.

Así lo avala la Memoria de la Administración Tributaria de 2001, que hizo público ayer el Ministerio de Hacienda. La memoria arroja nuevos datos sobre los dos primeros años de la reforma del IRPF que entró en vigor en 1999.

Con la reforma de 1999 se consiguió rebajar, en un primer momento, del 79,6% al 74,8% el peso de las rentas del trabajo en el impuesto. Sin embargo, pasados dos años desde la rebaja, la proporción no sólo no ha seguido descendiendo, sino que se ha elevado al 75,2% en las declaraciones de renta del año 2000 presentadas en 2001.

La recaudación derivada de retenciones salariales alcanza de nuevo el 75% del total

Así, las rentas del trabajo superan con creces la aportación del resto de fuentes de gravamen. Todas ellas juntas no llegan al 25%. Las rentas por actividades económicas, las segundas en importancia, alcanzan sólo el 11,8%, y van en tendencia descendente, debido a que parte de los empresarios individuales deciden dejar de tributar por módulos y pasarse al impuesto de sociedades.

Aunque los datos indican el avance de las rentas del trabajo en el impuesto, el director general de Tributos, Miguel Ángel Sánchez, se mostró ayer satisfecho por los efectos de la reforma, ya que se ha producido un desplazamiento de la carga tributaria hacia los contribuyentes con mayores ingresos. Así, el 10% de los contribuyentes, con rentas de trabajo superiores a los 30.000 euros anuales han elevado en dos puntos (del 28,4% al 30,6% de la recaudación global) su aportación al IRPF.

Además, según Sánchez, el impuesto es ahora más eficiente, ya que ha aumentado su elasticidad-renta, de 1,1 a 1,7 puntos. 'En 1998, cuando la economía crecía al 6,8% en términos nominales, los ingresos por IRPF lo hacían al 7,8%; en el año 2001, con un crecimiento del PIB similar, del 7,5%, el aumento de los ingresos del IRPF fue muy superior, del 13,2%, lo que prueba que el tributo es ahora más eficiente', recalcó.

La recaudación por ganancias patrimoniales también avanzó, aprovechando el viento a favor de la coyuntura económica, en unos ejercicios en los que el PIB crecía cerca del 4%. Esta buena marcha de la economía también se notó en otros tributos.

En el IVA, las bases imponibles se elevaron en 2001 un 10,7%. El impuesto de sociedades lo hizo en un 17,7%, con un incremento del 10,7% en el número de declarantes (876.530 contribuyentes).

De cara a los próximos años, el Gobierno ya ha anunciado una nueva rebaja del IRPF, que incluiría en el programa electoral para 2004, Sánchez indicó ayer que ésta irá 'en la línea de lo efectuado' en los últimos ejercicios. Será la tercera después de la de 1999 y la que entró en vigor este año. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya ha anunciado que estudiará más incentivos para colectivos clave como el femenino para mejorar su acceso al mercado de trabajo.

Por su parte, Sánchez no descartó ayer ampliar los cambios a otros colectivos como los ahorradores. 'En el caso de la tributación del ahorro estudiaremos los cambios producidos en los dos últimos años, como la mejora en la aportación a planes de pensiones, y actuaremos, en su caso, de forma continuista', recalcó.

A su juicio, los contribuyentes deben saber que el Ejecutivo 'no va a variar su paso' dando marcha atrás sobre líneas marcadas en años anteriores.

No obstante, la nueva reforma del IRPF está condicionada a la evolución de la recaudación en el año 2003. De momento, los ingresos tributarios se están comportando mejor que la economía, con un crecimiento por encima del 6%, frente al entorno del 2% en que está situado el PIB.

El tipo efectivo sube 0,5 puntos, hasta el 13,5%

La rebaja del IRPF que entró en vigor en 1999 supuso en el año 2000 una subida de medio punto del tipo efectivo (cuota líquida dividida por la renta declarada), hasta el 13,5%. Hacienda achaca esta subida del tipo del impuesto al intenso proceso de creación de empleo, que elevó sobremanera la renta declarada. La recaudación (cuota líquida) creció ese año un 13,5%, hasta 34.200 millones.

Un ahorro de 10.200 millones en dos años

El ahorro acumulado para los contribuyentes en los dos primeros años de la reforma del IRPF superó los 10.200 millones de euros, de los que 5.359 millones corresponden a 2000. Ello ha permitido un incremento de recaudación en otros tributos y un efecto inducido en el empleo y la actividad. Eso sí, los cálculos de Hacienda no descuentan el efecto de la inflación en los bolsillos del contribuyente.

La mitad declara por acciones y fondos

De las declaraciones presentadas, destaca el elevado número de contribuyentes con depósitos bancarios (95%), con inmuebles de naturaleza urbana (83,9%), con acciones y participaciones en el fondo patrimonial de instituciones de inversión colectiva (51,3%), y con participaciones en el capital social de otras entidades jurídicas que se negocian en mercados organizados (46,9%).

La vivienda, la reina de las deducciones

Los incentivos fiscales por inversión en vivienda siguen siendo los principales en el impuesto. Acaparan el 72,9% del total de deducciones, o lo que es lo mismo, 3.807 millones de los 5.331 millones de bonificaciones totales.En segundo plano quedan las deducciones por doble imposición interna e internacional (1.152 millones), que se han ido ampliando estos últimos dos años.

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