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Ibex-35

Los resultados empresariales y la confianza en la mejora económica tiran de las Bolsas

El Ibex se quedó ayer a las puertas de los 7.000. Las dudas de Wall Street en la apertura contrarrestaron los efectos positivos que sobre la renta variable española habían tenido los buenos resultados del BBVA, que subió el 3,14% y se convirtió, junto al SCH (+2,95%), en el motor del índice español. Por su parte, el avance del índice IFO de confianza empresarial en Alemania alimentó las esperanzas de una recuperación económica.

Gustaron los números del BBVA, como también lo hicieron los de las otras dos empresas del Ibex que presentaron ayer sus cuentas, Telefónica Móviles y Banco Popular, ya que todos superaron las previsiones del consenso de los analistas. No obstante, la suerte en Bolsa de las dos últimas compañías fue dispar. Mientras la filial de Telefónica avanzó un 1,73%, el banco cedió el 1,49% y firmó el peor comportamiento del Ibex al entender algunos inversores que las alzas conseguidas por la entidad en lo que va de año eran ya un adelanto de los buenos resultados.

Pero el Popular, el segundo banco más rentable de Europa, sube en lo que va de año un 8,67%, por debajo del 11,3% que registra el sector bancario del Stoxx 600 y mucho menos que el SCH (un 22,78% en el periodo). El Santander, que presenta hoy sus cifras trimestrales, avanzó al calor de su máximo rival.

Otros ganadores de la sesión fueron los valores ligados al ciclo, como las constructoras Dragados (+2,67%), FCC (+3,92%) y ACS (+2,94%), y Arcelor (+2,62%). Según los expertos de JP Morgan, las compañías relacionadas con las materias primas y las del sector químico se comportarán mejor que el resto del mercado. Estos analistas consideran que las valoraciones son atractivas y el escenario de precios, si la recuperación económica se confirma, favorable.

El IFO alemán dio ayer nuevos argumentos para aquellos que consideran que el despegue de la economía está a la vuelta de la esquina. En este sentido, la economista de Moody's Alice Keegan, apuntaba ayer en una nota a clientes que lo más destacado del alza del IFO es su tercera subida mensual consecutiva. 'En ocasiones anteriores, tres alzas seguidas de este indicador significaron la antesala a un repunte en la actividad económica', señaló Keegan.

Los resultados empresariales conocidos ayer en otras plazas europeas también contribuyeron al moderado sentimiento de optimismo que se respiraba en lo mercados. Los más significativos fueron los del consorcio aeroespacial europeo EADS (+4,54%), cuyas cifras fueron desveladas al cierre del viernes por un error de la CNMV, y los de la británica Pearson (+2,02%).

Merrill Lynch, negativo

Sin embargo, los analistas de Merrill Lynch no son optimistas con la evolución de los resultados empresariales de las compañías europeas. En su último informe de estrategia destacan que el porcentaje de sorpresas positivas es, hasta el momento, el mismo que de negativas, un 38%.

Asimismo, advierten que las mejoras de resultados se han hecho a expensas de los recortes de costes. 'Un crecimiento de beneficios sin crecimiento de ventas es insostenible en el largo plazo (...) Algunas compañías, como DaimlerChrysler, ha presentado mejoras en sus ventas, aunque desafortunadamente esto ha sido posible gracias a la caída de los márgenes'.

El apretado calendario dará o quitará razones

Coincidiendo con la última semana en la temporada alta de presentación de resultados, los inversores conocerán esta semana una serie de datos económicos en ambos lados del Atlántico que pueden marcar el destino de las Bolsas.Al repunte de ayer del IFO alemán de ayer se le puede unir hoy una mejora de la confianza empresarial de EE UU durante el mes de julio. El jueves se conocerán las cifras del PIB del cuarto trimestre en EE UU, mientras que el viernes saldrán publicadas sendas encuestas de actividad industrial estadounidense y de la zona euro, además del desempleo en julio de EE UU. Las previsiones son, por el momento, optimistas.

El repunte en la rentabilidad de los bonos, argumento de los alcistas

La subida en la rentabilidad de los bonos soberanos (o la caída de su precio) en el último mes ha sido uno de los argumentos recurrentes entre los expertos que dan por finiquitada la crisis bursátil. Desde el mínimo del 13 de junio, el rendimiento de los bonos a 10 años de EE UU y Alemania ha emprendido una escalada de un punto en el caso de la deuda estadounidense y de 0,6 puntos en la europea. Mientras algunos apuntan a una mejora en el devenir de la economía, otros señalan que, en el caso de la referencia americana, la razón de esta subida se explica por la posibilidad de que el Gobierno de EE UU inunde el mercado con nuevas emisiones para financiar su déficit.

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