Los créditos impulsan un 8% el beneficio de las cajas rurales
Las cajas rurales cerraron el semestre con uno de los mayores crecimientos del beneficio de al menos los últimos dos años. Las 75 entidades que forman parte del Grupo Caja Rural ganaron 160,8 millones de euros, un 8% más que en el primer semestre de 2002. Los créditos fueron los principales impulsores del negocio en un semestre en el que se notó el esfuerzo de estas cooperativas de crédito por contener los costes.
Los préstamos crecieron un 18%, el mismo incremento que en junio del año pasado y por encima del registrado por las cajas entre enero y junio de este año. La otra pata del negocio, los recursos captados, aumentaron un 11,6%, un incremento similar al de las cajas.
Todos los márgenes de la cuenta mostraron avances. El de intermediación (la diferencia entre lo captado en créditos y lo pagado por depósitos) avanzó un 6,4%, hasta 647,3 millones, pese al entorno difícil de tipos históricamente bajos. Los resultados por operaciones financieras se recuperaron desde los 8,7 millones en negativo de junio de 2002 a 11,9 millones. Los ingresos por comisiones, que aumentaron un 13%, impulsaron el margen ordinario un 10,4%, hasta 771,6 millones.
En el semestre, las rurales lograron contener los gastos de explotación que se incrementaron un 7,7% (427,4 millones), menos de la mitad respecto al 13,8% del primer semestre de 2002. Este control hizo que el margen de explotación, reflejo del negocio típico bancario, subiera un 14,2% (288,9 millones).
Política prudente
En línea con las recomendaciones del Banco de España, las cajas rurales siguen una prudente política de dotaciones para insolvencias, que crecieron un 22,8%. Mientras, el resultado antes de impuestos se incrementó un 9,5%, hasta 191,32 millones.
La expansión de las cajas rurales sigue su curso y en lo que va de año han abierto 171 oficinas, hasta totalizar 3.939. La entidad más dinámica sigue siendo Cajamar (la rural de Almería y Málaga), que en abril completó la compra de 17 sucursales de Citibank. Sigue abierto el contencioso judicial entre esta entidad y el resto del grupo Caja Rural, que aprobó su expulsión el año pasado por considerar que no seguía las directrices del grupo. La salida de Cajamar se ha paralizado por el momento.