El Estado francés coloca en Bolsa el 8,5% de Renault y se queda con un 15%
La mala evolución de la economía francesa y el alarmante déficit público, que Bruselas ha permitido superar por encima del 3%, han empujado al Gobierno galo a deshacerse de forma acelerada de las participaciones que todavía posee el Estado en algunas compañías. Esta vez ha sido el turno de Renault. El Ministerio de Economía y Finanzas confirmó ayer la cesión del 8,5 % del capital del fabricante automovilístico, mediante una operación que permitirá al Estado recaudar entre 1.177 y 1.189 millones de euros, tras la venta de 24,2 millones de acciones, a un precio que oscila entre 48,65 y 49,15 euros por título.
La participación estatal quedará de este modo reducida al 15%, sin intención de proseguir la reducción de su peso en el grupo a corto o medio plazo, según declararon fuentes ministeriales a la agencia AFP.
El dinero será destinado, en un primer momento, a una cuenta especial, aunque aún no se ha decidido su utilización final.
El Gobierno ha aprovechado los buenos resultados del fabricante, del que hasta ahora poseía el 25,9% de capital, para proseguir la salida a Bolsa de la empresa. Frente a las desoladoras cifras semestrales de sus competidores, debidas sobre todo a la fuerte apreciación del euro y a la degradación del mercado francés, Renault hizo gala la semana pasada de una buena actividad durante este periodo, con un resultado neto de 1.177 millones de euros, un aumento del 31,6% respecto al mismo periodo de 2002, gracias en buena parte a la contribución de la japonesa Nissan, que está haciendo una contribución positiva a las cuentas de Renault desde hace tiempo.
Otras participaciones
La decisión del Gobierno galo, dirigida por el banco de negocios JP Morgan y en la que participan Société Générale y Deutsche Bank, se inscribe en un proceso de cesión progresiva iniciado en diciembre de 1996, cuando el Gobierno de Alain Juppé llevó la participación del Estado bajó la simbólica barrera del 50%. La cesión de capital más reciente se produjo en julio de 2002, elevándose al 10,7%.
La salida a Bolsa de Renault es la última de las acciones del Gobierno para deshacerse progresivamente de sus participaciones en numerosas empresas. La más reciente, la privatización de Eulia, filial financiera del Estado en la que poseía un 50,1% y que aportará a las arcas públicas 500 millones de euros.
El anterior movimiento del equipo de Jean-Pierre Raffarin fue la cesión, en noviembre del año pasado, del 10,9% de acciones del banco Crédit Lyonnais, por el que el Estado obtuvo 2.200 millones. En marzo de ese mismo año se llevó a cabo la venta del 13,64% de Thomson Multimedia, por casi 1.100 millones