Brasil prepara un plan de emergencia para la industria automovilística
El Gobierno brasileño lanzará un plan de estímulo para la industria automovilística, que incluirá un plan de ayudas para los consumidores con el objetivo de promover la renovación de la flota y otorgará subvenciones y exenciones fiscales para las empresas productoras.
El ministro de Planificación, Guido Mantega, confirmó ayer que el proyecto ya ha recibido la autorización del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ha decidido la creación de un grupo de trabajo formado por representantes de los ministros de Hacienda, Planificación, Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
'æpermil;l Lula fue quien tomó la iniciativa para determinar que el plan fuera puesto en marcha', aclaró Mantega.
La decisión del Gobierno brasileño se produce pocos días después de que el fabricante alemán de automóviles, Volkswagen, anunciase su intención de reducir unos 4.000 empleos en el país ante la caída de las ventas.
De hecho, la producción del sector automovilístico en Brasil representa el 14% del producto industrial del país y de él dependen unos cuatro millones de puestos de trabajo. Casi el 40% de la plantilla está en paro técnico debido a que las ventas se encuentran en el nivel más bajo de los últimos 10 años.
Créditos baratos
Para superarlo, el Gobierno incentivará la sustitución de coches usados por otros nuevos como créditos baratos y una ampliación del periodo de devolución del crédito. El alto nivel de los tipos de interés en Brasil (actualmente en el 24,5%) ha debilitado la demanda doméstica, lo que ha perjudicado a la producción industrial y ha provocado un aumento del paro en el primer semestre.
Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfave), formada por los representantes locales de muchas de las grandes empresas automotrices del mundo, las ventas de autos, camiones y autobuses en Brasil disminuyeron el 8,2% en el primer semestre de este año respecto al mismo periodo de 2002.
De ahí que el proyecto manejado por las autoridades brasileñas incluya una batería de incentivos fiscales para las compañías, como la reducción del impuestos sobre productos industrializados (IPI) y del impuesto sobre circulación de mercancías y servicios (ICMS).
'El Gobierno no saldrá perdiendo con estas medidas. A pesar de perder en esos puntos en concreto, saldrá ganado en el saldo acumulado', dijo Mantega, que confió en que estas medidas provoquen un aumento de las ventas de coches.