"Los síntomas de recuperación de las 'telecos' son claros"

Motorola, la multinacional estadounidense con la que durante muchos años se identificó la telefonía móvil, fue la primera en sufrir la crisis de demanda de equipos de telecos por el exceso de capacidad instalada que se desató hace casi cuatro años. Su presidente para España y Portugal, Pablo Calvo, afirma que los tiempos de vacas flacas han tocado a su fin.

Pregunta. ¿Cuándo cree que comenzarán a salir del bache las telecos?

Respuesta. Eso va país a país. A nivel mundial estamos ya en una zona de estabilidad y esperamos que al año que viene la industria empiece a repuntar. En España quizá tenemos suerte, pero Motorola tira ya fuerte para arriba. Se ve que la demanda ha crecido, tanto la de teléfonos como la demanda de infraestructuras. No sube un 50% o un 80%, como antes, pero está creciendo entre un 10% y un 20% anual.

P. ¿Tira la demanda de infraestructuras de móvil?

R. Yo veo ya el futuro con gran optimismo por primera vez en muchos años. Los operadores están dispuestos a lanzar servicios en tecnología de tercera generación UMTS de forma comercial y en plan serio; eso lo puedo garantizar.

P. ¿Existen síntomas claros de inversión en red?

R. ¡Clarísimos! Dentro de la organización de Motorola, la filial española está superando las expectativas.

P. Motorola fue elegido hace años suministrador inicial de UMTS para Telefónica Móviles, junto con Nokia y Ericsson. ¿El contrato sigue en pie?

R. El proceso de adjudicación está sometido a revisión y dentro de unos meses se sabrá quiénes son los suministradores definitivos. Estoy convencido de que nosotros estaremos entre ellos.

P. Su optimismo sobre la pronta salida de UMTS, ¿en qué se basa?

R. Sé que 2004 será el año del UMTS. Podemos estar seguros de que habrá inversiones, y no pequeñas, y que el lanzamiento del servicio se hará a lo largo del año... no sé si al comienzo o a finales, pero siempre en el año que viene.

P. Ocurre que esas son las mismas previsiones que se establecieron en el pacto entre los operadores y el Gobierno el año pasado. ¿La presión de la Administración será el motor de la puesta en servicio de la tercera generación?

R. No es este el factor principal. Yo veo gran motivación en los operadores para tirar adelante con el proyecto. Veo mucho desarrollo de servicios y también un plan de negocio claro. Hay también obligaciones con la Administración, pero esta vez los compromisos coinciden con la voluntad de las operadoras.

P. ¿Quién cree que será el primer operador en lanzar el servicio UMTS?

R. Empezarán a la vez los tres: Telefónica, Vodafone y Amena. Tampoco hace falta unas inversiones gigantes para hacer el lanzamiento.

P. ¿En qué va a mejorar el UMTS los servicios de captación y transmisión de sonido e imagen a través del móvil que hemos conocido este año?

R. La tercera generación va a estar volcada a los servicios de vídeo que son aquellos para los que la red actual no tiene suficiente capacidad. Mejorará la conexión de ordenador a la red a través del móvil para descargar correos electrónicos y visitar Internet. Los servicios de voz también van a superarse drásticamente.

El 'walkie talkie' , en competencia con el móvil

Pablo Calvo habla con pasión del último invento de Motorola. Se trata de una tecnología que, a través de la telefonía móvil, moderniza uno de los servicios en los que fue pionera la multinacional: el walkie talkie. Tras adquirir la empresa Winphoria, Motorola está presentando a todos los operadores europeos, y también a los españoles, una adaptación de esa forma de comunicación unidireccional utilizada desde hace décadas por la policía, los bomberos, las ambulancias o el Ejército.Con el nombre de push to talk (pulsar para hablar) un grupo de personas, todo lo amplio que se quiera, se conectan entre sí desde cualquier parte del mundo y mantienen conversaciones multilaterales. La única limitación es que sólo un interlocutor se puede dirigir al resto en cada momento y deberá dar la consigna 'cambio' cuando quiera dar la palabra a otro participante.Pablo Calvo augura que el invento será un éxito en Europa, tal como ya lo es en Estados Unidos, donde hablar sin límite durante un mes en esta modalidad vale 20 dólares.