Los desafíos del nuevo presidente de Vodafone
El próximo miércoles, Chris Gent, de 55 años, cederá las riendas de Vodafone al estadounidense de origen indio Arun Sarin, de 49, y se convertirá, según sus propias palabras, 'en un mero pensionista y un accionista del grupo'. Eso sí, un jubilado de lujo, con un privilegiado paquete de acciones estimado en unos 10 millones, que se sumará a la fortuna personal que ha amasado durante los años de bonanza de las telecomunicaciones.
Sarin todavía no ha manifestado cuáles son sus planes en la nueva era que inicia Vodafone. Aunque algunos analistas dicen que ya se está empezando a notar la mano del nuevo presidente y que los últimos cambios en la organización, como la creación de una división de marketing y otra de tecnología de la información, que servirán de soporte para el esperado lanzamiento de la tercera generación de móvil, son obra suya.
Pero la tarea de sustituir a Gent, uno de los iconos del boom de las telecomunicaciones y verdadera alma en la creación de la marca Vodafone, no será fácil.
El directivo saliente dice que se va con la cabeza alta, ya que deja a la firma en una posición sólida y con buenas perspectivas
Chris Gent se hizo cargo de Vodafone en 1997, cuando era una firma desconocida, con unas ventas de unos 1.700 millones de euros, y la convirtió en lo que es hoy, la primera firma mundial de telefonía móvil, con 120 millones de clientes en 28 países, una facturación de 47.000 millones de euros y una capitalización de 120.000 millones.
El crecimiento de Vodafone se ha sustentado durante la era Gent en una gran voracidad compradora, cuyos hitos fueron la adquisición de la estadounidense AirTouch en 1999 (presidida entonces por el propio Sarin) por 60.000 millones de euros y de la alemana Mannesmann por 162.000 millones, poco antes del pinchazo de la burbuja del sector de las telecos.
Como el resto de las grandes compañías europeas de telecomunicaciones, Vodafone pagó una cifra desmesurada (18.500 millones de euros) por la licencia de la tercera generación de móvil UMTS. Todo ello dejó a la empresa con una deuda de 19.400 millones, que ahora hereda Sarin. Pese a todo, los analistas opinan que el balance de resultados de Vodafone está en mejor situación que el de sus rivales. La compañía dispone de 11.400 millones de euros en metálico y en el último ejercicio logró reducir sus pérdidas a la mitad.
A diferencia de otros colegas que se vieron forzados a dimitir en plena crisis, Gent dice que se va con la cabeza alta, ya que deja a la firma en una posición sólida y con estupendas perspectivas de crecimiento.
Uno de los más grandes desafíos a los que se enfrenta Arun Sarin es la puesta en marcha del servicio de tercera generación, eternamente retrasado, según dijo Gent en varias ocasiones, porque la calidad de los terminales y de las redes no era la adecuada. La fecha para el inicio del servicio es comienzos de 2004.
Vodafone tiene puestas muchas esperanzas en la nueva tecnología, que promete una nueva era en las comunicaciones con todo tipo de sofisticadas aplicaciones multimedia, sobre todo porque le permitirá aumentar los ingresos procedentes de datos para contrarrestar el declive del de tráfico de voz. Sarin no ha desvelado cuál será su estrategia en este ámbito, pero deberá ser menos ambiguo que su predecesor antes de que los accionistas pierdan la paciencia, según los analistas.
Futuro como político conservador
No ha habido grandes celebraciones ni homenajes oficiales para decir adiós a Chris Gent, como mucho alguna fiesta privada con los más allegados en la compañía. Y es que al directivo saliente parece que no le van mucho este tipo de ágapes y que intenta alejarse de todo sentimentalismo.Será extraño no verle más en las presentaciones de resultados, con su eterna indumentaria de camisa azul con puños y cuello blancos y tirantes, su estilo directo y su mirada inquisitiva tras sus gafas de montura oscura.Gent no ha querido hablar de sus planes futuros. De momento se irá de vacaciones con Kate, su segunda esposa, y sus dos hijos pequeños.Algunos dicen que se dedicará a la política. Gent es conservador hasta la médula, aunque pro euro, y amigo personal del ex primer ministro británico John Major. Al partido tory no le vendría mal un poco de carisma del que anda falto, bromea un portavoz de la firma.Entre los motivos aducidos por Gent para jubilarse de Vodafone uno es que la persona responsable del lanzamiento de una tecnología tan sofisticada como es la tercera generación del móvil debería tener más empatía con las nuevas tecnologías que él mismo. 'Nunca me verán en un aeropuerto tecleando en un ordenador portátil porque no lo tengo'.El responsable de la creación del imperio del móvil ha reconocido incluso que no sabía cómo utilizar algunas de las funciones de envío de textos de su propia compañía. Genio y figura...